Endesa e Iberdrola consideran que el anteproyecto del ley del Gobierno para corregir el dividendo que reciben las centrales no emisoras (hidráulica, nuclear y algunas eólicas) como consecuencia de los costes del CO2 en el mercado de derechos de emisión "podría enfriar el potencial renovable de España" y dar por "roto" el acuerdo para el cierre ordenado del parque nuclear alcanzado hace dos años.
Así lo constata la entidad financiera Credit Suisse tras un informe realizado sobre el sector energético europeo después de los encuentros mantenidos con directivos de las principales compañías.
En el caso concreto de Iberdrola, la energética señaló que propondrá medidas alternativas al recorte del denominado 'dividendo de carbono'. También advirtió de que la propuesta del Ejecutivo "pone en peligro" su papel en España y ve la medida "muy negativa" para el sector. Ha llegado incluso a considerar que su plan de inversión podría ser revisado por el recorte.
Además, estimó que esta medida daría por "roto" el acuerdo alcanzado hace dos años entre Gobierno, eléctricas y Enresa para el cierre escalonado de las plantas nucleares entre 2027 y 2035.
Por su parte, Endesa trasladó a los analistas de Credit Suisse que está totalmente en contra de la propuesta del Gobierno. Cifra un impacto, en el peor de los casos, de unos 400 millones de euros en su resultado bruto de explotación (Ebitda). Por otro lado, muestra su confianza en que pueda sufrir cambios en su proceso parlamentario o revisada por la Unión Europea.
Asimismo, en el caso de no producirse cambios en su trámite, la eléctrica dirigida por José Bogas señaló que la propuesta podría "enfriar el potencial renovable en España", destaca el banco de inversión.
A este respecto, Endesa, que cifra un coste actual para la nuclear y la hidráulica de 56 y 54 euros por megavatio hora (MWh), respectivamente -incluyendo depreciación y amortización (D&A)-, tiene un plan para el desarrollo de 3.900 megavatios (MW) renovables entre 2021-2023. Además, trabaja para elevar sus objetivos después de ese horizonte, aunque advirtió de que el anteproyecto de ley añade "importantes incertidumbres" sobre la implementación del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC).
El pasado 1 de junio, el Consejo de Ministros acordó iniciar la tramitación de un anteproyecto de ley con el que reducir los llamados 'beneficios caídos del cielo' ('windfall profits') de las nucleares y las hidráulicas, que supondrá un recorte de más 1.000 millones de euros anuales en la retribución que reciben las eléctricas.
En concreto, la propuesta, que abría así su trámite de audiencia pública para su aprobación, pasa por un mecanismo de mitigación de parte del dividendo de carbono que perciben las tecnologías no emisoras anteriores a 2005 (hidráulica y nuclear).
Sin nuevas fusiones o adquisiciones
Por otra parte, Iberdrola, que reafirmó a Credit Suisse su objetivo de un beneficio neto para 2021 de entre 3.700 y 3.800 millones de euros -sin incluir ningún impacto negativo por el recorte del dividendo de CO2-, descartó nuevas operaciones de fusión o adquisición.
Así, la empresa subrayó estar centrada en la integración en Brasil de la distribuidora CEB y en Estados Unidos de PNM Resources, operación que prevé cerrar en septiembre/octubre.
Por su parte, Endesa vaticinó que su próximo plan de negocios podría incluir mayores inversiones en redes, aunque vinculado a un aumento del límite regulatorio de la inversión hasta el 0,18% del PIB, desde el 0,14%. No obstante, no ve claro "un cronograma" para su aprobación en este momento.
En lo que se refiere a sus planes para el impulso del hidrógeno verde, con una cartera de 23 proyectos de hidrógeno verde asociados a una capacidad de potencia de casi 2.000 MW renovables, Endesa indicó que ve señales de una reducción de los costes de los electrolizadores, aunque estimó que necesitarán una financiación, vía Gobierno o UE, del 55% para cumplir con los criterios de inversión.