No cabe duda que 'ASG' es la palabra de moda. Invertir en energías renovables -en el nuevo santo grial en el que se está convirtiendo el hidrógeno- o en comercio de carbono está en el foco de los fondos de inversión que buscan, cada vez con más ansia, nuevos productos que puedan llevar el apellido 'sostenible'.
Según Bank of America (BofA), en lo que va de 2021, casi 3 euros de cada 10 euros en inversiones en el mundo se han destinado a fondos con criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza). Pero lo más sorprendente es el ritmo con el que se está moviendo este sector.
"Los activos de los más de 1.900 fondos ASG globales que rastreamos alcanzaron un récord de 1,4 billones de dólares en abril, más del doble de hace un año y creciendo a casi 3 veces el ritmo de los activos no ASG", dice en su informe BofA.
¿Burbuja o solo boom?
Ese movimiento de grandes inversiones ha provocado cierto calentamiento en la industria renovable en el último año, tanto en el caso español como europeo. Pero no solo. Con las políticas climáticas de medio mundo mimando al sector, era difícil que esa corriente se extendiese a otras áreas geográficas.
Sin embargo, para BofA, no es una burbuja. "Si era una burbuja, ya no lo es. A pesar de los enormes flujos de entrada y del creciente interés, la prima de los buenos valores ASG según las calificaciones generales se ha reducido, no ha aumentado". Y aunque el interés por estos criterios empresariales está creciendo, todavía hay un margen importante para la participación de los inversores.
De hecho, "a medida que aumenta el interés y la adopción de criterios ASG, los inversores ascenderán en la curva de aprendizaje y se volverán más exigentes en sus enfoques".
Las encuestas de la entidad muestran un creciente interés en la inversión sostenible entre los inversores individuales (y especialmente los Millennials y Gen Z) y el número de fondos ASG en el mercado hoy en día sigue aumentando. Sin embargo, en otras medidas, tienen mucho camino por recorrer antes de que sean más accesibles.
Influencia en los créditos de CO2
Es en este contexto donde se han desarrollado los derivados ASG en los últimos años, en particular los derivados de CO2, y en especial, en el Comercio de Derechos de Emisión de CO2 de la UE (ETS EU).
La UE otorga una cierta cantidad de certificados de emisión a las empresas cada año. Las empresas que luchan por reducir sus emisiones de carbono pueden cerrar contratos a plazo, que les permiten comprar derechos de emisión al precio actual que se entregarán en el futuro. De esta forma, se protegen frente a una subida del precio de los derechos de emisión. Un 'mercadeo' que influye en la escalada sin techo del CO2, en parte, por la especulación de estos fondos, que buscan cobertura.
Para optimizar su stock de derechos de emisión, también pueden suscribir una opción para comprar (call) o vender (put) derechos de emisión o un contrato de permuta.
Las empresas también utilizan cada vez más las compensaciones voluntarias de carbono. Consiste en "comprar" créditos de carbono en el mercado y/o financiar proyectos ASG (como reforestación).
Las empresas que utilizan derivados también pueden utilizar derivados crediticios relacionados con ASG para protegerse contra los riesgos de un posible desastre natural o para protegerse contra cambios en el valor de mercado de préstamos o emisiones relacionados con la sostenibilidad.
La gran promesa del hidrógeno
Para la comunidad ASG, el hidrógeno verde es muy prometedor como fuente de combustible en el futuro en una economía descarbonizada. Tiene, por tanto, un impacto potencial como parte de las soluciones ASG y las empresas de todo el mundo están considerando esta energía limpia potencial para reducir las emisiones, según la empresa de análisis de datos ESG Enterprise.
Para Lazard Asset Management, todavía hay disponibles un número limitado de "proyectos puros" de hidrógeno para los inversores de capital. Los que existen tienden a ser negocios en etapa inicial con un alto grado de incertidumbre sobre la rentabilidad futura, pero aún pueden ser inversiones potenciales interesantes.
Si las empresas quieren lograr sus ambiciosos objetivos de reducción de emisiones e impulsar el crecimiento futuro utilizando aplicaciones de hidrógeno, deberán invertir en todas las áreas de la creciente economía del hidrógeno, añade la firma especializada en asesoría financiera y gestión de activos.