Alcaldes de la provincia de Málaga, a través del presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, han pedido por carta una moratoria para la tramitación de los huertos solares. El presidente de la FEMP, Abel Caballero, la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el consejero de Hacienda de la Junta de Andalucía, Juan Bravo, han recibido este inicio de semana la petición.
Desde la provincia se pone en duda el desarrollo responsable de estos proyectos que tendrán un importante impacto sobre el paisaje del interior de Málaga. En este sentido, Salado explica en su carta que entiende que están ante "un grave problema" relacionado con los proyectos fotovoltaicos.
Salado confirma que ya se está hablando de una nueva "burbuja de energías renovables", con la diferencia de que en esta ocasión, a diferencia de la vivida hace una década, "los perjuicios ambientales, económicos y paisajísticos serán muy superiores". Por lo que pide una reflexión en torno al modelo.
Actualmente hay más de 70 proyectos en marcha y se espera que se dupliquen al abrigo de los 6.385 millones de inversión pública. Los alcaldes, confirma Salado, le están haciendo llegar las críticas por excesiva "rapidez" con la que está desarrollándose este proceso "ante la presión del calendario impuesto por la Unión Europea".
Lo que solicita la Diputación Provincial es establecer una moratoria especial para la tramitación de grandes parques: "De forma que se diseñe consensuadamente un mapa que fije los lugares más idóneos para su instalación".
Igualmente, Salado indica en la carta que "se tenga en cuenta la opinión de cada ayuntamiento a la hora de aprobar actuaciones que transformarán de manera notable su término municipal".
El turismo
Además, Málaga es una provincia que mueve más de un millón de turistas de interior cada año. La proliferación de estos huertos solares podrían provocar, según fuentes provinciales, un daño irreversible en ese tipo de turismo que es, además, de alto valor añadido.
El paisaje, uno de los atractivos principales para ese turismo, está viéndose modificado de forma excesiva por los parques de placas que buscan desarrollar el negocio de las renovables a corto y medio plazo.
Así, el empleo derivado de la actividad agraria también se verá afectada, al desaparecer cientos de hectáreas de aprovechamiento para plantar estos huertos solares que nacen al calor de los fondos UE.