El Gobierno quiere intentar una vez más que la estadounidense Alcoa venda su planta de aluminio de San Cibrao (Lugo). Tiene candidatos, cada vez más ofertas sobre la mesa, pero no da su brazo a torcer. Le va el negocio en ello, si no vende, no hay competidores dentro de Europa que puedan hacer el mismo producto que pretende importar de su fábrica de Arabia Saudí.
Aún así, la ministra de Industria, Reyes Maroto, ha confirmado que en su visita a Estados Unidos tiene en la agenda una reunión con el núcleo duro de Alcoa. Llevará un documento hasta Pittsburg (Pensilvania), a la oficina central de la multinacional del aluminio, según prometió a los sindicatos que defienden los empleos de la fábrica de Lugo.
Maroto ha insistido en ir a la empresa por el compromiso adquirido con los trabajadores. Según fuentes conocedoras, la reunión se ha conseguido después de hacer un encaje importante en el viaje para tener ese encuentro.
De hecho, el viaje de la ministra a Estados Unidos comenzará el lunes en Pittsburg, donde mantendrá un encuentro con los máximos responsables de Alcoa. Reyes Maroto trasladará la posición del Gobierno respecto a la única planta que la compañía mantiene en España, en San Cibrao (Lugo), y la voluntad de avanzar en una solución que garantice el mantenimiento de las capacidades industriales y los empleos en la comarca de A Mariña.
Los novios de Alcoa
Hace poco más de seis meses se conoció un posible comprador, su mayor competidor en Europa, la británica Liberty House. Sin embargo, se ha dilatado tanto en el tiempo el posible acuerdo, que ahora han surgido otras empresas más. "Si le han salido tantas ofertas de compra a Alcoa es porque su negocio tiene futuro", explican fuentes del sector a Invertia.
El último es el grupo siderúrgico vasco Sidenor, que viene con un proyecto industrial y energético muy potente de la mano de Endesa.
Liberty House presentó un plan industrial al que llamó "aluminio verde". Su propuesta encaja con los objetivos de sostenibilidad que imperan en la Unión Europea: producir aluminio verde no significa que sea de color verde, sino que la generación de la electricidad para hacer funcionar a la fábrica es de origen renovable.
Además, incluía la instalación de paneles solares en el complejo industrial, la producción de hidrógeno, que en este caso sería verde porque para la electrólisis se utilizaría la electricidad fotovoltaica generada, y una planta de cogeneración, es decir, aprovechar el calor residual de la fábrica para generar electricidad.
Otras propuestas
De los otros cinco nombres que planean comprar la planta de Alcoa, dos son industriales y otros tres son fondos de inversión. Además de Alvance (Liberty House), podrían estar Alibérico, del gallego Clemente González Soler, que ya mostró interés en las plantas de A Coruña y Avilés, y Aludium, grupo que nació en enero de 2015 tras comprar las fábricas del gigante norteamericano en Alicante y Amorebieta, además de la planta de Castelsarrasin, en Francia.
Las otras tres candidatas son fondos de inversión que ven interesante invertir en la producción de aluminio, pero a los trabajadores no les terminan de convencer. "Es mucho mejor un grupo industrial que conozca el sector", añaden los sindicatos.
De momento, no se han producido ofertas en firme, sino llamadas de interés, por lo que hay margen de negociación. Un margen que está provocando la indignación de trabajadores, compradores e incluso la propia Alcoa ante la inacción de los Gobiernos. "Están esperando a que sea la Justicia la que tome la decisión por ellos, no quieren arriesgar", puntualizan los sindicatos.
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