Endesa ha reducido en un 85% sus emisiones de gases contaminantes, tras haber invertido de 500 millones de euros en la aplicación nuevas tecnologías en sus plantas de generación, que le han permitido adelantar los plazos fijados por los objetivos medioambientales europeos.
En concreto, Endesa ha instalado en Canarias sistemas de reducción catalítica para mitigar las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), así como sistemas de desulfuración húmeda para la reducción de emisiones de óxido de azufre (SO2).
Asimismo, ha aplicado en la central de Mahón (Menorca) un sistema de inyección de agua procedente de la cercana estación depuradora de aguas residuales de la ciudad. El resultado ha sido la reducción de emisiones de NOx en las turbinas de dicha central.
En las centrales peninsulares de ciclo combinado también ha llevado a cabo la adaptación de los grupos de vapor y turbinas de gas, instalando sistemas de reducción catalítica y sistemas de optimización de combustión, reduciendo tanto las emisiones de NOx como las de monóxido de carbono (CO).
Con todas estas medidas, el parque generador de Endesa ha reducido en un 88% los niveles de SO2, en un 46% los de NOx y en un 88% las partículas. Unos valores que se añaden a las reducciones registradas con la adaptación de las centrales térmicas de Teruel, Compostilla, Puentes y Litoral, con sistemas de desulfuración aplicados.
No obstante, ahora todas estas instalaciones ya se encuentran en proceso de cierre y desmantelamiento, por lo que la reducción de emisiones será aún mayor.
Endesa, que se adelanta así al plazo establecido por la normativa BREF europea de emisiones, sigue su hoja de ruta hacia la descarbonización total de su mix energético y teniendo como horizonte la "excelencia medioambiental".