No se respira mucha ilusión en el sector renovable de cara a la nueva subasta que se celebrará el próximo 19 de octubre. Las medidas aprobadas por el Gobierno para bajar la luz han sentado muy mal a grandes eléctricas y promotores de renovables y no se espera ni mucha afluencia ni pujas a los precios de enero pasado.
Según fuentes del sector renovable consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia, "no hay duda de que se presentarán proyectos, porque la subasta es la única alternativa donde todavía no hay cambios normativos en mitad de la partida, pero el RD 17/2021 ha generado mucha incertidumbre en el sector".
"Noto cierta frialdad entre los promotores de proyectos", explica por su parte Yann Dumont, CEO de la consultora de energía renovable Reolum Renewable Research. "No es solo por los cambios regulatorios, que han puesto más obstáculos en la construcción de nuevos proyectos o que tampoco dejan muy claro qué PPAs están protegidos, también son las condiciones y los plazos para finalizar los proyectos en esta nueva subasta".
Proyecciones de ingresos
"Acudir o no a la subasta de renovables no solo dependerá del CAPEX y del OPEX que tenga mi proyecto y de las proyecciones de ingresos", explica Javier Revuelta, senior principal de AFRY Management Consulting, en la jornada 'Análisis Previo de la Subasta Renovable' organizada por la asociación APPA Renovables.
"Ahora, además, hay que contar con una novedad, la señal de precios que manda el Gobierno" tras la aprobación de las medidas para bajar la luz.
Para el experto, esto significa que "en situaciones de precios muy altos, de los recursos que maneja el Gobierno para abaratar la energía, uno es quitar dinero, o como dice la normativa, minorar el windfall profit excesivo a determinadas tecnologías, incluidas las renovables".
Ese es "básicamente el riesgo que puede percibir el inversor en el largo plazo, porque no creo que se tenga miedo al periodo de la vida que otorgan estas subastas, pero hay mucha vida merchant más allá de ella, y ahí es donde hay más incertidumbre".
Aún así, "es posible que haya ofertas a precios bajos, porque todo puede ocurrir en la subasta", concluye.
Prima de riesgo
Las empresas renovables acudirán el próximo 19 de octubre con ofertas que además de incluir el encarecimiento de las materias primas de los últimos meses por las tensiones internacionales, contarán con una prima de riesgo mayor.
En ese entorno, "se esperan precios algo más altos y quizá no tantos proyectos preparados para cumplir con unos plazos más exigentes de puesta en funcionamiento como en la subasta de enero pasado", añaden fuentes del sector de las renovables.
Todos coinciden en que las incertidumbres que ha generado el Gobierno han enfriado el ánimo entre los promotores, pero aún así "no se espera que se quede sin cubrir los 3.300 MW que se han ofertado, como ha ocurrido en otros países como Italia, por ejemplo".
"Además, hay que hacer una diferencia entre proyectos fotovoltaicos y eólicos, porque sus características son distintas. En el primer caso puede que cumplan mejor con las condiciones de la subasta, pero en la eólica, o son proyectos que ya consiguieron su cuota en enero pasado o en fase muy avanzada o será difícil que acudan".
Su principal obstáculo son las tramitaciones administrativas. "Son el auténtico cuello de botella para que se pueda llevar adelante la transición energética al ritmo que marca el PNIEC, si no se soluciona, los proyectos no podrán cumplir con los plazos".
Enfado de las eléctricas
A la frialdad del sector renovable, se une el enfado de las grandes eléctricas, Iberdrola, Endesa y EDP, que, como última embestida contra de la decisión del Gobierno de obligarlas a devolver los 2.600 millones de euros de sus beneficios, se han quejado en Bruselas.
En una carta al vicepresidente europeo, Frans Timmermans, y apoyada por Global Infrastructure Investors Association (GIIA), una red mundial de empresas de asesoramiento, bancos, bufetes y fondos de inversión, señalan que "pone en peligro los objetivos" de los grandes pactos verdes de transición energética y de reducción de emisiones de la Unión Europea.
Un fuerte revés al gran impulsor del Green New Deal que hacía pocos días decía a las eléctricas que dejaran de llorar y asumieran su responsabilidad en la descarbonización de la economía.
La decisión se produce al mismo tiempo que Iberdrola anunciara que iba a paralizar los procesos de licitación en curso de bienes y servicios asociados a la construcción de nuevos proyectos renovables en España hasta evaluar en detalle de la viabilidad económica de dichos proyectos.
Aunque ciertamente quedan excluidos los proyectos bajo el marco retributivo de estas subastas de renovables.
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