Si parpadean se lo van a perder... Una manida frase de la Fórmula 1 que podría aplicarse también a la OPA de IFM sobre Naturgy. Una vez que el fondo australiano se ha hecho con el 10,83% del capital social, toca ver el encaje que tendrá en el consejo de administración de la compañía y la relación que mantiene con los otros tres grandes accionistas: Criteria-Caixa, GIP y CVC.
Hablamos de una mesa en la que se sientan doce miembros: un ejecutivo, Francisco Reynés; cinco independientes: Ramón Adell, Helena Herrero, Francisco Belil, Claudi Santiago Ponsa y Pedro Sáinz de Baranda; y seis dominicales: Enrique Alcántara, Lucy Chadwich, Isabel Estapé, José Antonio Torre de Silva, Javier de Jaime y Rajaram Rao.
El objetivo de IFM era hacerse con dos huecos en el consejo, pero el bajo grado de aceptación que ha tenido la OPA -10,83% frente al 22,7% que buscaba- la obligan a cambiar de planes. Ahora, como ya adelantó EL ESPAÑOL-Invertia, tendrá que conformarse con un solo sillón.
Dos miembros
Se trata de un movimiento complicado. En primer lugar, porque no hay consejeros cuyo mandato venza a corto plazo. El segundo, porque se rompe el equilibrio de poder que existe actualmente. Cada gran accionista tiene dos miembros en la mesa de decisión; y, además, hay que rehacer todas las comisiones de trabajo.
De hecho, el propio consejo recordaba en su valoración de la OPA de IFM que la pretensión del fondo australiano "implica una necesaria reducción del número de consejeros independientes a un nivel que dificulta el cumplimiento de las recomendaciones de buen gobierno corporativo".
No sólo eso. Los estatutos de Naturgy exigen que, en determinadas comisiones, haya un número mínimo de independientes. Algo que no se cumpliría si sale uno de esos miembros para dar entrada al dominical propuesto por IFM.
¿Qué opciones quedan? Pues hay que esperar. Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia consideran que ahora toca tener paciencia. Lo primero es conocer cuál es la actitud de IFM y cuáles son sus intenciones.
Tiende la mano
Tras la dura batalla por lograr a los accionistas, el representante de en España del fondo, Jaime Siles, ha destacado que confían en "aportar nuestra experiencia y conocimientos técnicos para seguir apoyando la estrategia que el Grupo tiene prevista".
Por tanto, parece que atrás quedan los momentos de tensión vividos en las últimas semanas. Ahora toca tender la mano, aunque en los cuarteles generales de la energética prefieren no tirar las campanas al vuelo. En público nadie lo reconoce, pero en la mente de algunos -sobre todo en la de los representantes de Criteria-Caixa- existe cierto temor a que los fondos tengan pactada una 'concertación en la sombra' que deje marginado al principal accionista del grupo.
Criteria-Caixa ostenta en este momento algo más del 26%, y su objetivo es alcanzar el 29,9% de la compañía. Algo que todavía no ha logrado, pues las compras deben ejecutarse de forma progresiva para evitar conflictos con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El objetivo es reforzarse y, al mismo tiempo, armarse de argumentos para luchar ante un posible pacto de los fondos de inversión.
Las fuentes consultadas insisten en que en este momento todas las opciones están encima de la mesa. Optan por esperar y ver cuáles son las pretensiones de IFM y cuál es el ánimo con el que llega a la compañía.
A partir de ahí se tomarán decisiones. Sin embargo, parece que la única opción plausible sería la de incrementar el número de consejeros, algo que requeriría la aprobación de la Junta y que, además, podría llevar a alguno de los otros grandes accionistas a solicitar un aumento en el número de representantes.