El fantasma de Ómicron, la cepa de la Covid que desperto las alarmas en todo el mundo, parece desvanecerse y con él los temores por las restricciones de movilidad y una mella en la demanda de petróleo, según el análisis de Norbert Rücker, Director de Economía e Investigación de Próxima Generación del banco suizo Julius Baer.

Los precios del petróleo volvieron a estar por encima de los 75 dólarse por barril, por encima de las lecturas de la semana pasada por debajo de los 70 dólares.

Más allá de los cambios de sentimiento actuales, vemos que el mercado del petróleo se encuentra en una fase de transición en la que el crecimiento de la producción supera el crecimiento de la demanda, ya que la recuperación posterior a la pandemia ha seguido en gran medida su curso.

Los últimos datos oficiales de Estados Unidos y China apuntan a un estancamiento de la demanda.



Los precios del petróleo recuperaron terreno en los últimos días y volvieron a estar por encima de los 75 dólares por barril, frente a las lecturas de la semana pasada por debajo de los 70 dólares.

Parece como si la comprensión cada vez mayor de la nueva variante del virus alivia los temores iniciales, respaldando el estado de ánimo general del mercado.

Disminuye la probabilidad de que se produzca otro período de restricciones a la movilidad y una caída temporal de la demanda de petróleo.

Si bien estos cambios de sentimiento a corto plazo aparentemente explican en gran medida las subidas y bajadas del día anterior, los fundamentos aparentemente ya no han añadido mucho soporte a los precios por un tiempo.

Los últimos datos oficiales publicados tanto de Estados Unidos como de China confirman un panorama de demanda en gran parte estancado. Un ejemplo de ello es que el almacenamiento de petróleo de EEUU ha tenido una tendencia lateral desde finales del verano, con el déficit reduciéndose frente a los niveles estacionales. Un patrón similar es visible para las importaciones de petróleo chino.

Vemos que la demanda de petróleo tiene una tendencia lateral entre los puntos clave de demanda (América del Norte, Europa y China), ya que sus economías han vuelto en gran medida a la velocidad de crucero, o al menos las partes que son importantes para el uso del petróleo.

Mientras tanto, la oferta continúa creciendo de manera incremental dados los niveles saludables de actividad de perforación de esquisto y el alivio continuo de las restricciones de producción de las naciones petroleras.

Es probable que el mercado del petróleo se encuentre en una fase de transición en la que el crecimiento de la producción supera el crecimiento de la demanda y donde el almacenamiento pasa de un ajuste estricto a una flexibilización. En este contexto, "vemos y esperamos precios más bajos a largo plazo", concluye el análisis.

Dicho esto, el sentimiento y la narrativa de subinversión podrían agregar soporte a los precios en un plazo muy cercano.





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