El comité de empresa de Vestas en su fábrica de Viveiro (Lugo) decidirá en una próxima asamblea de trabajadores si denuncia a la compañía e incluso eleva esa demanda a la matriz de la multinacional de aerogeneradores en Dinamarca.
El presidente del comité, David Mariño, ha explicado que la demanda se interpondría para "demostrar la mala fe negociadora que tuvo Vestas en todo este tiempo".
El 31 se hará efectivo el ERE que dejará en la calle a toda la plantilla, de 115 trabajadores. El expediente ya está recurrido y está previsto que se celebre el juicio el 20 de enero.
A su vez, los representantes de los trabajadores estudiarán si vuelven a relanzar las protestas por estos despidos y por el cierre de la factoría de Chavín.
En vísperas de Nochebuena, Mariño ha confesado que "los ánimos están un poco decaídos". "Pero aquí estamos aguantando el tirón hasta el final", ha añadido.
Asume que finalmente habrá cierre y añade que "la negación no sirve para nada". "Tenemos que mirar hacía delante, pensar en el futuro y en lo que nos viene después del 31", ha resuelto. "Estamos abatidos porque en qué momento nos quedamos sin trabajo", añade.