El precio de la luz en España sigue caro, pero no en los niveles que se preveían hace tan solo un par de meses. Desde hace poco más de un mes, cuando el precio de la electricidad amenazaba con llegar a los 400 euros/MWh, la llegada masiva a las costas europeas de metaneros de EEUU, buques cargados de GNL (gas natural licuado), dejaba atrás un panorama amenazante.
Desde entonces, el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista ha ido bajando desde la horquilla de los 300-400 euros/MWh. Por ejemplo, este viernes ha vuelto a bajar un 6% con respecto al día anterior, cayendo así por debajo de la cota de los 180 euros/MWh.
"Lo que estamos observando es una llegada masiva de gas desde Estados Unidos", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Jordi Martínez, experto en el sector energía y socio director en la consultora AEC (Advanced Energy Consulting & Optimize Energy).
"De hecho, son niveles históricos, nunca desde que se tienen registros Europa ha recibido tanto gas de EEUU", señala. Aún así, hay incertidumbre ante la escalada bélica que pudiera desatarse en la frontera entre Ucrania y Rusia.
"Hay miedo a una posible guerra porque podría significar problemas en el suministro de gas a Europa por parte de Rusia".
Gas de países aliados
Pero, ¿por qué viene el gas de EEUU? "Hay una parte técnica y económica incuestionable", continúa el experto. "El precio que se paga por el gas en Europa es muy superior al de Asia y los metaneros se mueven según la oferta y la demanda".
Y otra parte que podría ser consecuencia del conflicto entre EEUU y Rusia por Ucrania. Desde que comenzó la tensión, el gigante norteamericano ha estado facilitando esa llegada de gas para que Europa se liberara de la dependencia de Rusia.
No es un secreto que Rusia 'estrangula' el suministro de gas hacia Europa. Lo dice hasta la propia Agencia Internacional de la Energía, que lo ha denunciado en varias ocasiones. "Y, además, EEUU siempre ha estado en contra de que se pusiera en marcha el NordStream 2, con lo que todo suma", añade Jordi Martínez.
El próximo 7 de febrero se celebra un Consejo de Energía UE-EEUU en Washington. Se espera que el Alto Representante Josep Borrell y la comisaria de Energía Kadri Simson acudan a la reunión con el secretario de Estado de los EEUU, Antony Blinken, y la secretaria de Energía, Jennifer Granholm. No ha trascendido todavía de lo que se va a hablar allí.
Mientras tanto, otros países, casualmente pertenecientes a la OTAN, también están trayendo gas a Europa. "El abaratamiento del precio del gas tiene que ver también con la llegada de gas de Turquía y Noruega, que tuvo varias paradas en el pasado por mantenimiento en sus campos de explotación y tampoco llegaba su gas al Viejo Continente".
Mercados de futuros
Y, ¿qué se espera para los próximos meses? Lo primero es que la amenaza de precios de la electricidad entre 300 y 400 euros/MWh, como los augurados en el pasado trimestre, no parece que vayan a hacerse realidad.
Pero no hay que cantar victoria. En España "las reservas hidroeléctricas están demasiado bajas, no está lloviendo, y por tanto, el agua se paga a precio de gas, porque no se puede desembalsar agua que sobre y empuje el hueco térmico", añade Martínez. Así que los precios tienen poco margen de baja.
"Además, la solar fotovoltaica está creciendo pero todavía es insuficiente para que influya de manera definitiva en el precio mayorista y queda la incógnita de la meteorología. Si se dan condiciones normales este invierno, podríamos salvar los precios energéticos, aunque seguirán más altos que en años anteriores, entre 100 y 200 euros/MWh", concluye.
Los precios de la luz y del gas seguirán caros, pero si todo sigue como hasta ahora podrían evitarse la escalada alarmante en el precio de la luz y el gas como la del último trimestre de 2021, con las consecuencias sobre la recuperación económica en la zona euro.
De lo que no cabe duda es de que 2022 se presenta como un año de transición en el mercado eléctrico español. La transición energética está en marcha, pero hasta que no haya una transacción real hacia las renovables de otras fuentes, como el gas, no se conseguirá la independencia energética real.