Ya han pasado casi cuatro meses desde que finalizó la opa del fondo australiano IFM a Naturgy. Su objetivo era llegar al menos al 17%, pero solo el 10,83% de los accionistas aceptaron la oferta. Con esta participación se le esfumaba, en principio, la idea de tener dos miembros en el consejo de administración de la energética, y aunque tiene derecho a uno, no lo ha solicitado porque está valorando la mejor opción, según ha podido saber este diario, aunque según el propio fondo "se tomará una decisión cuando lo consideremos oportuno".
Y pese a que IFM ha estado comprando acciones en los últimos meses y por ahora controla un 12,04% del accionariado, gracias también al 1% del capital comprado a Carmen Godia, aún está lejos de poder conseguir ese objetivo.
El único movimiento que ha hecho hasta la fecha es una reunión con el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, pero según han explicado a EL ESPAÑOL-Invertia fuentes cercanas a la compañía, "ha sido una toma de contacto y de cortesía, para normalizar las relaciones. Nada más".
El fondo australiano continúa sin enviar su propuesta al consejo de administración. "El que compra no tiene ninguna obligación o calendario para solicitar su presencia. Lo debe notificar por carta, de manera oficial, para que el consejo lo incluya en el orden del día de la junta de accionistas", añaden las mismas fuentes.
Junta de accionistas
IFM puede aprovechar la celebración de la junta de accionistas ordinaria para presentar sus propuestas, pero la fecha aún no se sabe. Desde que está Reynés en la presidencia de la energética, las juntas suelen celebrarse al comienzo del año, por el mes de marzo, y se debe enviar la convocatoria a los accionistas con un mes de antelación. Todavía hay tiempo para ello.
Si IFM hubiera solicitado ya disponer de su consejero, se tendría que haber convocado una junta extraordinaria, pero al no haberlo hecho hasta ahora cobra fuerza la posibilidad de que esa petición se pueda canalizar a través de la junta general ordinaria de accionistas.
Fuentes cercanas al fondo han señalado a este diario que no hay ninguna razón por la que IFM aún no ha solicitado su presencia en el consejo de administración, se están valorando todas las opciones y prefiere mantener un perfil bajo.
"Se están organizando internamente y viendo cuál es la mejor posición, además, según la normativa, si sigue creciendo su participación en la compañía, cada vez que alcanzara un 1% más, debería comunicarlo a la CNMV, y desde que llegó al 12,04%, en diciembre pasado, no lo ha vuelto a hacer".
Buen momento en bolsa
Mientras se alarga esa espera, los mercados están valorando muy positivamente la compañía. Mientras que la opa había fijado un precio de 22,07 euros por título, poco después comenzaba su revaloración y rozaba los 30 euros por acción. A cierre del pasado viernes, bajaba hasta los 28,44 euros.
"Nuestro precio objetivo es de 28,3 euros por acción según una valoración SoTP", apunta un informe de Bank of America. "Derivamos nuestra valoración con unidades de negocio individuales a través de una combinación de múltiplos €/MW, múltiplos EV/EBITDA y valor contable. Estos se basan en múltiplos y primas comparables de grupos similares".
Los riesgos a la baja para su precio de compra son: "movimientos bruscos en los precios de las materias primas, especialmente en GNL (gas natural licuado)/gas, lo que podría representar un riesgo para los márgenes de la empresa, cambios políticos y regulatorios, demanda global de gas/GNL y dinámica de suministro".
También, "volatilidad en los factores de carga hidroeólicos y precios de la energía, riesgos de ejecución en proyectos de generación, como parques eólicos en desarrollo, flujo de noticias sobre rotación de activos y/o adquisiciones potenciales, y volatilidad en los tipos de cambio de divisas".
Los riesgos al alza, según la entidad de inversión, son la apreciación de las monedas de Latinoamérica, precios más altos de gas natural licuado a nivel mundial y precios más altos de la electricidad en España.