Naturgy ha dado un nuevo cambio de timón para el futuro de la compañía. El presidente de la energética, Francisco Reynés, acaba de anunciar que lanza su proyecto más ambicioso hasta la fecha: Géminis. Dividirá la compañía y crear dos nuevas, cada una de ellas con negocios diferenciados: por un lado, transporte y distribución de redes de gas y electricidad, y por otro generación y comercialización.
Una compañía aglutinará todos los negocios liberalizados con el foco puesto en la transición energética, e incluirá la generación convencional, el desarrollo de las energías renovables, la comercialización de energía y servicios asociados, la gestión de los mercados de energía, y el desarrollo de nuevos negocios, y con un foco especial en la mejora del servicio al cliente.
La otra compañía aglutinará todos los negocios dedicados a la gestión de infraestructuras reguladas de distribución y transporte de energía, pilar fundamental para asegurar e correcto desarrollo de la transición energética.
"El consejo de dirección lo propuso al consejo de administración el pasado 1 de febrero y ha sido aprobado por la totalidad de los consejeros". La compañía también ha anunciado que el fondo australiano IFM ya ha pedido oficialmente la entrada en el consejo de administración y que al mismo tiempo, se le ha comunicado los cambios que se van a producir.
Los dos perfiles de negocio claramente diferenciados permitirán, entre otras cosas, simplificar y focalizar la gestión de cada uno de estos grupos para acelerar el Plan Estratégico, potenciando el crecimiento y su contribución a la transición energética, adecuándolos a la realidad del sector.
"IFM ha estado conforme y ha apoyado el proyecto", ha puntualizado Reynés a las preguntas de EL ESPAÑOL-Invertia.
Negocio regulado y liberalizado
"El mundo de la energía está cambiando mucho y rápido: tipo de accionistas, exigencias del cliente, las tecnologías, el mix de generación, la regulación, los stakeholders, los objetivos en materia de ESG, es el momento de tomar esta decisión", ha añadido el presidente de la energética.
"El proceso de separación entre negocio regulado (redes de distribución y transporte de electricidad y gas) y liberalizado (generación y comercialización de electricidad y gas) se hace desde una compañía cotizada para que ningún accionista minoritario pierda el valor de sus acciones, por tanto, por cada acción de Naturgy, los accionistas recibirán dos, una para cada negocio".
Se espera que el proyecto Géminis esté materializado a lo largo de este 2022, pero no comenzará antes de la junta general de accionistas, que se ha programado para el próximo 15 de marzo.
"Tenemos mucho trabajo por delante con un objetivo fundamental: afrontar de una forma proactiva una necesaria transformación en un sector que está cambiando y realizar dos negocios que funcionarán mejor de manera independiente", ha detallado Reynés.
"La idea de crear dos nuevas compañías es posible hacerse hoy y no antes, porque la estructura organizativa se hará sin ningún tipo de traumatismo y porque casi toda la plantilla trabaja en uno de los dos negocios". En el caso de la cúpula corporativa, el máximo responsable de la compañía ha dicho que seguirá siendo la misma porque "aún quedan meses de trabajo y estaremos con este rol".
Generación y venta de energía
La nueva compañía liberalizada, que aún no tiene nombre, desarrollará proyectos renovables, y gestionará la cartera de clientes de energía y servicios asociados, además del parque de generación convencional (ciclos combinados y nuclear) que asegura el suministro energético, y la gestión de los mercados mayoristas de energía.
Con unos objetivos a 2025 de más de 25 GW de capacidad de generación eléctrica instalada (14 GW en generación renovable y 11 GW de generación convencional), 11 millones de clientes, y una cartera diversificada de aproximadamente 290 TWh de aprovisionamientos de gas.
El otro grupo aglutinará todos los negocios dedicados a la gestión de infraestructuras reguladas de distribución y transporte de energía. Con una base de activos única, que cuenta con más de 155.000 km de redes de electricidad, 135.000 km de redes de gas y 16 millones de puntos de conexión, presente en 6 países, esta compañía está llamada a jugar un papel fundamental en el aseguramiento del desarrollo de la transición energética.
"Consecuencias espectaculares"
Naturgy considera que las consecuencias de Géminis son espectaculares para España: con el tamaño de la energética "se crean dos campeones naciones, y en capitalización, cualquiera de los dos se espera que estén por encima de la mitad de las compañías del Ibex. Es una buena noticia para España".
Será una operación más grande de la historia de este país, entre 45.000 y 50.000 millones de euros y después habrá que separar capital, deuda, y estructura organizativa, entre otros.