La industria electrointensiva no entiende por qué el Gobierno quiere esperar a que se reúna el Consejo Europeo el próximo 24 y 25 de marzo. "No sirve de nada esperar. En dos semanas, tanto si se decide intervenir el mercado eléctrico, desacoplando el gas, como si no, no será un acuerdo ejecutivo, de ahí no saldrá una normativa", explica a EL ESPAÑOL-Invertia, Andrés Barceló, director general de UNESID (Unión de Empresas Siderúrgicas).
"La industria puede esperar una semana si sabemos qué va a pasar. Pero teniendo en cuenta los tiempos de la Unión Europea, no se va a solucionar en marzo, y necesitamos una respuesta ya", añade.
En su opinión, "medidas como más impuestos a las empresas eléctricas o pagar una subvención a los ciclos combinados no son la respuesta. La única vía es bajar el precio del mercado mayorista. Si no, es como poner una tirita para parar una hemorragia".
La propuesta de UNESID, junto con otras asociaciones, es sencilla y directa: que el Gobierno, por motivos de emergencia y con carácter temporal, desacople el efecto de los combustibles fósiles en el mecanismo de formación de precios de la electricidad. No hay ninguna justificación para que se mantenga ese sistema en la situación de emergencia de guerra que estamos padeciendo.
Y esta vez, "desde luego, el Gobierno será responsable de los efectos perniciosos que una ausencia de medidas inmediatas y efectivas pueda tener en la economía y el empleo en nuestro país".
Bajada del gas
En el caso de la industria gasintensiva, el problema es muy diferente. No funciona como el mercado eléctrico, donde cada día se fija el euro/MWh, sino que cada cliente tiene un contrato diferente con su comercializadora de gas.
Aún así, hay que tener en cuenta el precio de referencia, el TTF holandés en Europa, y también en España el MIBGAS. "Estamos a la tensa espera, porque los precios del gas parece que están bajando poco a poco esta semana. El mercado ya no responde a las variables de oferta y demanda, sino que está sometido a la incertidumbre", explica a este diario Verónica Rivière, presidenta ejecutiva de la patronal del sector, Gas Industrial.
"Las altas volatilidades que estamos viviendo en el mercado gasista vienen marcadas por el ritmo de la invasión rusa en Ucrania. La incertidumbre se añade a los precios e impide tener una visibilidad a corto, medio y largo plazo de la producción industrial".
Por eso, en este sector industrial, "podemos encontrar de todo. Los hay que han parado, los que pueden esperar para ver qué decisiones toma el Gobierno, los que bajan la producción... cada uno se ajusta según sus circunstancias".
"Nuestras empresas llevan parando hornos y presentando ERTEs desde navidades", apunta Alberto Echevarría, secretario generalASCER (Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos).
"Cada día de espera para tomar medidas e intervenir el mercado, o a que baje el precio del gas, es un día más de pérdidas, un día menos de capacidad financiera y un día más cerca de parar, mandar a la gente a casa y esperar a que las cosas se arreglen. El problema es que si paramos y la situación no mejora, no volveremos a abrir, perderemos los mercados y dejaremos de ser competitivos".
"Nuestro sector lleva reclamando medidas urgentes desde que el gas comenzó la escalada en el último trimestre del año pasado. Muchas de las propuestas que ahora están planteando las llevamos reclamando nosotros desde hace meses (desvincular el precio de la electricidad del gas, topar el precio del gas, eliminar peajes, etc.)".
"El problema es la falta de definición de los llamados sectores estratégicos", explican por su parte fuentes de la industria agroalimentaria a este diario. "En esta coyuntura la cuestión no es rebajar impuestos como café para todos. La cuestión es tener claro qué sectores son estratégicos para aplicar medidas de ayuda. De esa manera se frenaría un problema mayor que es la inflación".
"Algunos piensan que es un tema de tiempo para traspasar nuestros incrementos de costes al consumidor final, sin darse cuenta de lo que ello conlleva en relación a la inflación. Durante el Estado de alarma el Gobierno fue muy ágil definiendo los sectores estratégicos. Ahora debería ser igual y sobre ellos aplicar medidas rápidas. No, no tiene sentido esperar semanas para hacer esto".
Rusia estrangula el gas
La realidad es que la crisis energética viene de más atrás de la invasión rusa en Ucrania. Ya el verano pasado se vislumbraba el descalabro en los precios del gas y la electricidad en Europa.
Pero ¿por qué hemos llegado a esta situación? No solo tiene que ver con la reactivación de la economía tras los meses de confinamiento por la Covid. También tiene que ver con el estrangulamiento de la llegada de gas de Rusia a Europa. Ya lo advirtió en septiembre de 2021 la Agencia Internacional de la Energía: Moscú estaba cortando el grifo del gas a la UE. Durante 2021, solo llegó un tercio de la capacidad ofertada a través del gasoducto Yamal-Europa, que atraviesa Bielorrusia y Polonia.
Y volvió a hacer lo mismo en enero de 2022. "Creemos que hay fuertes elementos de escasez en el mercado europeo del gas debido al comportamiento de Rusia", dijo Fatih Birol, director ejecutivo del organismo internacional, en declaraciones recogidas por 'Financial Times'. "Los bajos flujos de gas ruso de hoy a Europa coinciden con el aumento de las tensiones geopolíticas sobre Ucrania". De aquellos barros estos lodos.
Reunión con la industria
Mientras la industria española deshoja la margarita esperando sobrevivir, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, se reunirá hoy, miércoles, 16 de marzo, con las asociaciones de la industria electrointensiva (Gas Industrial confirma a este diario que no está convocada) para abordar la propuesta española para abaratar los precios energéticos.
Maroto ha manifestado su confianza en que la reunión sirva para conseguir un apoyo unánime por parte de la industria española a la iniciativa que abandera en Europa el Gobierno español en respuesta al alza de los precios energéticos que afecta al continente.
La industria del gas reclama, por su parte, medidas que se pueden tomar ya a nivel nacional. "Bajar los peajes, más oxígeno para la financiación de las pymes, con una reducción del IVA de las facturas del gas, fraccionar la devolución de los créditos ICO que se concedieron en la pandemia, que se revise el sistema de pagos de los derechos de emisión de CO2, y restrasar la aprobación del FNSSE".
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