El pasado 5 de marzo el Gobierno aprobó la liberación de una parte de las existencias de seguridad de productos petrolíferos tras la solicitud de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). En concreto, fue el consumo equivalente a 2,6 días (tomando como referencia el consumo medio diario de 2021) o, lo que es lo mismo, 2 millones de barriles que se distribuirán a lo largo de 30 días.
La situación geopolítica en Europa, como consecuencia de la invasión rusa en Ucrania, ha alterado el mercado petrolero. Esta situación ha propiciado la activación por la AIE de un Plan de Respuesta Coordinado mediante la liberación de un volumen de 60 millones de barriles durante un periodo inicial de treinta días, a razón de 2 millones de barriles/día.
Del total de esta respuesta conjunta, España contribuye con 2 millones de barriles de petróleo, que serán liberados por los sujetos obligados (operadores al por mayor de productos petrolíferos y distribuidores al por menor). Esta cantidad supone 2,6 días de reservas, pasando de los 92 días impuestos por ley en nuestro país (lo mínimo a nivel internacional es 90 días) a 89,4 días.
Si Rusia cortara o le cortaran el grifo de crudo, no solo habría una mayor tensión en el abastecimiento mundial, también Putin dejaría de ingresar más del equivalente al 40% del PIB de su país. Y solo pensarlo ya afecta a los mercados con un petróleo que no baja de los 100 dólares/barril.
Crisis internacionales
"Solo ha habido cuatro momentos en la historia en los que la Agencia Internacional de la Energía se ha puesto en alerta por un problema de posible desabastecimiento internacional", explican a EL ESPAÑOL-Invertia fuentes de Cores (Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos).
"Pero a nivel nacional no ha pasado nunca". Se refieren a los cuatro conflictos que han ocurrido en las últimas tres décadas: La guerra del Golfo, en 1991, donde se liberaron 37,5 MBdl durante 15 días y en el que España liberó el equivalente a 1 día de consumo (62.000 Bdl/día). Veinte años más tarde, en 2011, durante la Primavera Árabe y el Conflicto de Libia, con 60 MBdl durante 30 días y en el que España liberó 2,3 días de consumo. Y esa misma cantidad se liberó en 2005 con los huracanes Katrina y Rita, aunque en España fue el equivalente a 4 días de consumo en gasolinas y 2 días en destilados medios. Y ahora es la invasión rusa en Ucrania.
La alarma se produce ahora por las sanciones de EEUU y Reino Unido para comprar petróleo de Rusia y por las sanciones autoimpuestas de los operadores internacionales del sector. La Unión Europea tiene planes para reducir las importaciones de gas ruso en dos tercios, pero su medida no es tan severa, en gran parte debido a su fuerte dependencia de la energía rusa.
Posición de dominio de Rusia
Rusia produce cerca de 11 millones de barriles diarios de crudo. Utiliza algo menos de la mitad de esta producción para su propia demanda interna, que probablemente haya aumentado debido a la necesidad de combustible militar, y exporta entre 5 y 6 millones de barriles por día. Hoy, Rusia es el segundo mayor productor de petróleo crudo del mundo, por detrás de EEUU y por delante de Arabia Saudí, pero a veces ese orden cambia.
Del petróleo exportado por Rusia, la mitad, unos 2,5 millones de barriles por día, se envía a países europeos, incluidos Alemania, Italia, los Países Bajos, Polonia, Finlandia, Lituania, Grecia, Rumanía y Bulgaria. Casi un tercio llega a Europa a través del oleoducto Druzhba a través de Bielorrusia.
China es otro gran comprador: importa 1,6 millones de barriles por día de crudo ruso. La mitad llega a través de un oleoducto directo especial, el oleoducto del océano Pacífico de Siberia Oriental, que también presta servicios a otros clientes a través de un puerto en su punto final, incluidos Japón y Corea del Sur.
España, situación inmejorable
"No hay ningún temor a que falte el suministro en España por la situación de Rusia", explican a este diario fuentes de la patronal AOP (Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos).
"Nuestro país puede presumir de tener un sistema de suministro muy diversificado. Y lo podemos hacer por la flexibilidad del refino español. Es el mejor de toda Europa gracias a su proceso inversor entre 2008 y 2012 que ha permitido que nuestras plantas puedan procesar crudo de diferentes calidades y de muy distintos orígenes sin ningún problema".
España importa 33 tipos de crudo de 19 países y Rusia no destaca entre ellos. "Hace dos meses que no entra ni una gota de crudo ruso", continúa, "pero es lo normal, a lo largo de los años se puede observar que hay muchos meses que no se compra y algunos que sí". En 2021, solo representó el 4,6% del total en cómputo anual.
"Además, nuestra posición geoestratégica es inmejorable. No solo estamos situados entre Europa, África, con vínculos en América e intereses en el Mediterráneo, sino que nos benefician unos puertos preparados a lo largo de nuestra costa".
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