Nadie duda de que la reina de las energías renovables es la solar fotovoltaica, pero ahora no en cualquier ubicación. En los últimos meses está ganando cada vez más adeptos la fotovoltaica flotante, una tecnología en la que la eléctrica portuguesa EDP y su filial EDP Renovables (EDPR) han sido pioneras en su país de origen y que ahora estudia desarrollarla en España.
"Tiene un mayor rendimiento porque no alcanza temperaturas tan altas como la terrestre al estar sobre el agua y situarse sobre superficies con alta exposición solar y menor sombreamiento", explica en una entrevista en exclusiva con EL ESPAÑOL-Invertia, Rui Teixeira, director financiero del grupo EDP y EDPR y ex-CEO de EDP España.
"Hace años hicimos una instalación en una hidráulica que tenemos en el norte de Portugal, un proyecto pequeño para hacer una demostración de que es posible". añade.
El proyecto está en marcha desde hace dos años y se encuentra en Montealegre, Portugal. Consta de 840 paneles solares instalados en una plataforma flotante con un área de 2.500 metros cuadrados, tiene una potencia instalada de unos 220 kWh y una producción anual estimada de cerca de 300 MWh.
Subasta en Portugal
Ahora la energética ha sido la gran ganadora, junto con Endesa, de una subasta impulsada por el Gobierno de Portugal de 263 MW para la instalación y explotación de plantas fotovoltaicas en siete presas del país. Contó con 12 competidores para los siete lotes.
"En noviembre pasado compramos la compañía asiática Sunseap Group, con un proyecto de 2,2 GW para construir una planta fotovoltaica flotante en Indonesia, además de otros proyectos", continúa Teixeira. EDP se hizo el 87,4% del capital pero podría incrementar la participación hasta el 91,4% del capital, una operación valorada en unos 600 millones de euros, pero que, de aumentarse, llegaría hasta los 870 millones de euros.
"Desde hace algunos años llevamos estudiando esta tecnología. Tenemos ya un proyecto en construcción y a finales del año estará listo un parque con 12.000 paneles solares en el embalse de Alqueva, que recibió luz verde para iniciar su construcción en mayo pasado". Por tanto, cuando el gobierno luso lanzó una subasta para este embalse, "entendimos que era un proceso natural presentarnos".
Impactos ambientales
Además de su alta rentabilidad, surge la duda de cierto rechazo en la población rural por la instalación de paneles sobre masas de agua. "Su ocupación de superficie es menor y también tiene un efecto que estudiamos en el piloto y ahora haremos en Alqueva, y es que en las zonas donde llega menos luz permite que se desarrolle más la flora y fauna marítima, lo que hace que se oxigene más el agua y haya más biodiversidad".
"No estamos preocupados por el rechazo social, porque nuestra experiencia, al principio con hidráulica y ahora con otras renovables, es que hay siempre que trabajar en conjunto con las comunidades locales y los distintos stakeholders. La realidad es que cualquier proyecto tiene cierto impacto local, pero el trabajo está en informar y aclarar lo que se va a hacer y, si hay cierto impacto, trabajar para reducirlo".
"En Alqueva hay una actividad turística importante en la zona, pero la instalación que vamos a construir ocupa tan solo un 2% de la superficie y además está bastante alejado de la zona turística".
Se instalarán sistemas flotantes en siete presas diferentes: Alqueva, Castelo de Bode, Cabril, Alto Rabagão, Paradela, Salamonde y Tabuaço y comprenden capacidades que van de 8 MW a 100 MW.
Hibridación
Pero para la energética el foco no está en las nuevas tecnologías renovables, sino en la combinación de todas ellas. "La intención de la compañía es construir hasta 1.300 MW en proyectos de hibridación de aquí a 2025, lo que supondrá una inversión de 400 millones de euros". De esa cifra, "900 MW esperamos hibridar en España y 400 MW en Portugal". De este modo, la compañía aprovecharía la capacidad de evacuación de energía de una forma mucho más óptima.
Mientras tanto, la subasta de principios de abril en Portugal para construir y explotar plantas solares flotantes en la superficie de sus embalses se saldó con un importe histórico negativo de -4,13 euros por megavatio hora (MWh) para la producción futura.
"El precio negativo tiene una explicación", puntualiza Teixeira. "En realidad, lo que se subasta es el punto de acceso y conexión a la red, así que pagaremos un importe fijo al Estado portugués por ese punto, pero luego podemos vender la energía que generemos a través de un PPA, a merchant en el mercado mayorista o con la modalidad que queramos".
"En esta subasta el descuento ha sido mayor del 100%. EDP tendrá que pagar 4 euros por lo que generen los 70 MW flotantes en los próximos doce años".
Pero justo en este punto de conexión la compañía podrá conectar otros parques renovables compatibles con la solar flotante. "Nuestro objetivo es complementar con la instalación de solar terrestre y eólica en el mismo emplazamiento de hasta 154 MW". Serían 14 MW de 'sobreequipamiento' solar e hibridación de 70 MW de capacidad eólica.
Transición Justa
Por último, el director financiero de la energética ha hecho énfasis en los proyectos que han presentado en los puntos de conexión de Transición Justa, en aquellos donde se ha cerrado una central térmica de carbón y que deberán sustituirse por tecnologías sostenibles.
"Por ejemplo, EDP tiene ambiciosos planes de transformación energética para Andalucía, queremos contribuir de forma decisiva a potenciar la generación de energía 100% renovable, favorecer la descarbonización industrial de forma justa e inclusiva y reconvertir las centrales de Puente Nuevo y Los Barrios".
En la central de carbón de Puente Nuevo (Córdoba) se plantean varios proyectos renovables y un proyecto industrial. EDP tiene previsto desplegar diferentes proyectos fotovoltaicos con una potencia total de 300 MW. El proyecto incluye además la instalación de otros 50 MW de fotovoltaica flotante en el embalse. Para preservar este emplazamiento se sumarán otros proyectos, como una colaboración para la producción de cobre y una central de biomasa que revitalizará el entorno.
En la central de carbón de Los Barrios (Cádiz) podría hacer despegar un polo de hidrógeno en el Campo de Gibraltar con el que abastecer a las industrias cercanas. Además, contempla un proyecto de almacenamiento energético con baterías ion-litio de 255 MW.
Los planes en Soto de Ribera (Asturias) son convertir esta planta térmica de carbón en un centro de referencia del almacenamiento de energía renovable y nuevos usos del hidrógeno verde. Además, EDP ya ha iniciado la tramitación de una central minihidráulica con hidrotornillos que aprovecharía las aguas del Nalón a su paso por la central. Esta instalación se sumará a un parque fotovoltaico.
Y en las instalaciones de Aboño (Asturias), EDP contempla la puesta en marcha de un parque fotovoltaico, que sumado al parque eólico marino flotante que la compañía proyecta en la costa asturiana y al puerto de El Musel, permiten la producción y almacenamiento necesario de hidrógeno verde en Aboño.
"La eólica marina va a ser la tecnología con mayor crecimiento en España", concluye a este diario el máximo responsable financiero de EDP.
En España, el Grupo EDP tiene casi 4.600 MW de potencia instalada, 1,3 millones de puntos de suministro en distribución eléctrica y una cartera de comercialización a clientes empresariales de energía eléctrica, gas natural y servicios de más de 17 TWh.
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