¿Contrato regulado (o PVPC) o buscar en el mercado libre? He aquí la gran pregunta que se hacen muchos consumidores tras la incorporación de la medida estrella del Gobierno para bajar el precio de la luz: el tope al gas. Desde el sector eléctrico no dan una respuesta clara: "Lo mejor es saber qué ofertas hay en el mercado y escoger la más barata".
Desde el pasado 15 de junio -cuando entró en vigor el mecanismo conocido como "excepción ibérica", es decir, poner un tope al gas que participa en el mercado eléctrico-, la factura eléctrica se ha vuelto aún más complicada de entender. Al precio fijado en la subasta diaria, hay que descontar 40 euros/MWh del precio de las centrales de gas, y después calcular cuánto hay que compensarlas por la diferencia entre el precio real y el ofertado, para incorporarlo a la factura de la luz.
Pese a su complejidad, AELEC, la patronal de las grandes eléctricas (Iberdrola, Endesa, EDP España y Viesgo), reconoce que los precios de la electricidad en el mercado mayorista "son menores que si el 'tope' al gas no se hubiese implantado".
"La bajada que se ha producido en el precio eléctrico desde el pasado 15 de junio ha sido entre 70 y 130 euros, y la cantidad que los consumidores tienen que compensar en su facturas de la luz se sitúa entre los 60 y 90 euros", explican en un encuentro con la prensa.
También ha considerado que el efecto de la 'excepción ibérica' en el precio del mercado eléctrico será menor de lo esperado mientras no se solucione la dependencia del gas, que es el "verdadero problema de esta crisis".
Rebaja en el PVPC
Ahora llega la pregunta del millón: ¿es el momento de cambiarse a una tarifa del mercado libre, esto es, con las condiciones que oferten las comercializadoras de luz, o de mantenerse en el mercado regulado, o lo que es lo mismo, indexados a los precios horarios?
En los últimos meses, los consumidores de esta última opción, unos 10 millones de hogares, además de industria y empresas, (el 41% del total de contratos), estaban al vaivén de la crisis energética. Desde que se disparó el precio del gas en los mercados internacionales, la factura de la luz ha sido una montaña rusa que ha traído de cabeza a Gobierno, eléctricas y usuarios.
Pero con el tope del gas, en los primeros cuatro días, la factura de la luz ha caído una media del 11%. Y eso que ha tenido que estrenarse en una inusual ola de calor, apenas sin producción eólica, baja producción fotovoltaica y termosolar, y con los ciclos combinados (centrales de gas) en máximos históricos.
Por ejemplo, el 15 de junio, el precio eléctrico podría haber casado en 238,32 euros/MWh, pero finalmente se situó en los 224,86 euros/MWh, una caída del 6%, el mismo porcentaje para el 16 de junio. Después, ha ido ampliándose esa diferencia, hasta el 11% el 17 de junio y el 22% el 18 de junio.
"Se necesita ampliar la perspectiva para ver si hay un efecto de rebaja como el esperado por el Gobierno, pero desde el sector eléctrico vemos complicado que se cumpla", añaden los expertos de AELEC.
Mercado libre
Hasta ahora, los consumidores acogidos a cualquier oferta en el mercado libre previos al 26 de abril de este año, (excepto los indexados al pool), es decir, los que tienen contratos a precio fijo, estarán exentos, hasta que las compañías tengan que actualizar estos precios porque finalice ese contrato, haya que renovarlo o prorrogarlo.
En ese momento, se les tiene que incorporar el coste de la compensación del gas, con lo que su factura será más cara.
"Habrá que ver cuánto se encarece la factura del contrato fijo y decidir si sube por encima de la del PVPC, porque en los últimos meses, estaba claro que pagaban más los consumidores indexados al mercado mayorista diario que los de contrato fijo", explica a EL ESPAÑOL-Invertia, Francisco Valverde, experto en el sector eléctrico y consultor en desarrollo del área de renovables de eficiencia energética del grupo Menta Energía.
Para comparar los precios entre las distintas tarifas de luz hay multitud de servicios, desde la web de Simulador Factura Luz hasta el Comparador de ofertas de la CNMC. Pero antes de lanzarse a firmar cualquier contrato "hay que leer la letra pequeña. Por ejemplo que no tenga un mantenimiento, que al final suelen suponer unos 3-5 euros en el fijo y eso penaliza bastante", añade Valverde.
"Es difícil aconsejar qué contrato es el más adecuado, depende de cuánto consume cada familia, a qué hora lo hace, si utiliza los electrodomésticos en fin de semana o todos los días. Podría mirar cuánto paga por el kWh en su factura, 20 céntimos de euro podría ser el tope de referencia, pero lo más importante es que busque, pregunte y consulte todo lo que pueda antes de tomar una decisión", concluye Valverde.