El Gobierno de Alemania ha elevado a una segunda fase el grado de alarma por la crisis energética generada ante el corte del suministro de gas procedente de Rusia. Además, ha advertido de que estas medidas de restricción podrían provocar un colapso en los mercados energéticos, lo que establece un paralelo con el papel de Lehman Brothers en el desencadenamiento de la crisis financiera.
"Dado que los proveedores de energía acumulan pérdidas al verse obligados a cubrir volúmenes a precios altos, existe el peligro de un efecto indirecto para las empresas de servicios públicos locales y sus clientes, incluidos los consumidores y las empresas", ha declarado este jueves el ministro de Economía, Robert Habeck.
Y ha añadido que si este problema se vuelve cada vez más grande, "todo el mercado está en peligro de colapsar en algún momento". De esta forma, "el efecto Lehman Brothers sucederá en el sistema energético".
También ha confirmado la activación del segundo de los tres niveles del plan nacional de emergencia, después de los recientes cortes del flujo de gas desde Rusia. Eso sí, ha subrayado que por el momento el suministro está garantizado.
"El suministro de gas está garantizado", ha señalado Habeck. Sin embargo, ha advertido de que el gas "es ahora un bien escaso" en el país. "Incluso si aún no lo sentimos, estamos en una crisis de gas", ha reconocido, añadiendo que Alemania ha informado de su decisión a sus socios europeos.
En su comparecencia, el ministro ha explicado que el motivo de la declaración del segundo nivel de alerta es el corte del suministro de gas procedente de Rusia desde el pasado 14 de junio y la persistencia del alto nivel de precios en el mercado gasista.
En este sentido, ha destacado que las instalaciones de almacenamiento de gas están un 58% más llenas que el año anterior. Ahora bien, ha advertido de que si las entregas de gas ruso a través del 'Nord Stream 1' se mantienen en el 40%, "difícilmente se podrá lograr un nivel de almacenamiento del 90% para diciembre sin medidas adicionales".
Reducir el consumo
El ministro alemán ha subrayado la importancia de reducir el consumo de gas durante el verano con vistas al próximo invierno y ha asegurado que el Gobierno se ha preparado con anticipación para este escenario, incluyendo la puesta en funcionamiento de centrales térmicas de carbón.
"Todos los consumidores, en la industria, en las instituciones públicas y en los hogares, deben reducir el consumo de gas tanto como sea posible para que podamos pasar el invierno", ha insistido al recordar que los precios ya son altos y el país debe prepararse para nuevos aumentos, lo que afectará a la producción industrial y se convertirá en una carga importante para muchos consumidores.
"No debemos engañarnos: cortar el suministro de gas es un ataque económico contra nosotros por parte de Putin. Es claramente la estrategia de Putin para crear inseguridad, subir los precios y dividirnos como sociedad. Nos defendemos de esto. Pero será un camino pedregoso que ahora como país tenemos que transitar", ha añadido.
Entre las medidas anunciadas en esta nueva fase de emergencia energética, Berlín volverá a poner en funcionamiento centrales eléctricas de carbón para reducir el consumo de gas en la generación de energía.
Período de transición
"Esto es doloroso, las centrales de carbón son veneno para el clima. Pero tenemos que hacerlo durante un período de transición para ahorrar gasolina y pasar el invierno", dijo Habeck, quien además de la cartera económica y la vicepresidencia del Gobierno de coalición es líder de Los Verdes.
Asimismo, el Gobierno federal ha otorgado una línea de crédito de 15.000 millones de euros para facilitar a las empresas el llenado de los depósitos de gas de cara al invierno, mientras que se lanzará en verano un modelo de subasta de gas que incentivará a ahorrar a los consumidores de gas industrial. "Si son necesarias más medidas, las tomaremos", ha añadido Habeck.
El plan de emergencia energética de Alemania contempla un tercer nivel de alerta en el caso de que la crisis se agravase y los participantes del mercado no fueran capaces de manejar la situación por sí mismos.
En esta situación, el Estado intervendría en el mercado, transformando la Agencia Federal de Redes en el "distribuidor de carga federal", por lo que sería responsable de determinar en coordinación con los operadores la distribución de gas, subrayando que los hogares, empresas sociales u hospitales gozan del estatus de consumidores protegidos.
"Como Gobierno federal, estamos haciendo todo lo posible para mitigar las consecuencias y mantener la seguridad del suministro", ha subrayado Habeck, asegurando que llenar los depósitos de gas "es ahora la máxima prioridad".
A este respecto, ha destacado que se está trabajando en garantizar suministros de gas alternativo y en construir la infraestructura necesaria, además de acelerar la expansión de las energías renovables.