Los Veintisiete han dado formalmente su visto bueno al acuerdo alcanzado el pasado mayo para imponer una reserva mínima de gas del 80% de la capacidad de almacenaje de cada país de la Unión Europea para el próximo otoño, con el objetivo de garantizar la seguridad energética del bloque a pesar de las tensiones con Rusia.
Las nuevas reglas establecen este primer objetivo de asegurar que las reservas de gas de cada país de la UE están al menos al 80% de su capacidad el próximo noviembre. Sin embargo, también fija un umbral del 90% para las siguientes temporadas de invierno y un nivel de reserva del 85% de la capacidad total de almacenaje del conjunto de la UE este mismo año. Los umbrales obligatorios de llenado expirarán en diciembre de 2025.
Conscientes de que la situación en cada país y la capacidad de almacenaje de cada socio es "muy variable", el nuevo reglamento prevé que los Estados miembro puedan computar en su nivel de almacenamiento las reservas de Gas Natural Licuado (GNL) --como pidió España-- y otros carburantes alternativos.
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Además, según explica el Consejo en un comunicado, para tener en cuenta la relación entre la capacidad de almacenaje de cada socio y el consumo nacional de gas, la nueva obligación estará limitada a un volumen equivalente al 35% del consumo anual medio de gas durante los cinco años anteriores.
También ha previsto que aquellos Estados miembro que no dispongan de instalaciones de almacenaje suficientes en su territorio para cumplir los umbrales puedan guardar un 15% de su consumo nacional anual en reservas ubicadas en otros países de la UE y puedan así acceder a las reservas almacenadas en otros.
Este mecanismo permitirá reforzar su seguridad de abastecimiento de gas al tiempo que comparten la carga financiera de lo que supone llevar las reservas de la Unión Europea, destacan los Veintisiete en el comunicado que informa de la adopción del acuerdo, durante una reunión de ministros de Energía de la UE celebrada este lunes en Luxemburgo.
Límite de almacenaje
La Comisión Europea propuso el pasado marzo que los Estados miembro fijaran estos niveles de reserva mínima para reforzar su seguridad energética frente a la fuerte dependencia actual de Rusia y el riesgo de cortes a raíz del apoyo europeo a Ucrania en la guerra dirigida por el régimen de Vladimir Putin.
Los Veintisiete y el Parlamento Europeo negociaron en apenas dos meses los detalles de la propuesta, que ya cuenta también con el visto bueno formal del pleno de la Eurocámara. Eso supone que solo era un mérito trámite el aval de los ministros de Energía. Un último paso para completar la legislación antes de su entrada en vigor cuando sea publicada en el Diario Oficial de la UE.
Otra de las claves del nuevo reglamento es la certificación obligatoria de todos los operadores de almacenes subterráneos de gas por parte de las autoridades de los Estados miembro implicados, con el fin de evitar riesgos de injerencia exterior sobre las infraestructuras críticas de la UE.
Por ello, será posible tramitar un procedimiento de certificación acelerado para los almacenes de capacidad superior a 3,5 teravatios hora (TWh) y que hayan quedado por debajo de la capacidad media de llenado de la UE en 2020 y 2021. Aunque los porcentajes de reserva dejarán de ser obligatorios a finales de 2025, la norma de certificación se mantendrá más allá de ese plazo.
Con todo, la UE prevé una derogación de la norma para Chipre, Malta e Irlanda porque estos tres países no están directamente interconectados con el sistema gasístico del resto de Estados miembro.