Los países europeos se preparan para un invierno con restricciones de gas. La amenaza de Putin de cortar el grifo les ha llevado a tomar dos decisiones: a aumentar la reserva mínima hasta el 80% en sus almacenes de gas y a ser ambiciosos con objetivos vinculantes en renovables y ahorro energético.
Según los estados miembros reunidos en Luxemburgo, la capacidad renovable deberá ser del 40% en el mix energético de 2030, "un objetivo vinculante para toda la UE". Hasta ahora, el objetivo era del 32%, así que se acelera el proceso de transformación del sector hasta ocho puntos.
No es lo que quiere la Comisión Europea. Su propuesta era un objetivo de expansión para las energías renovables del 45% y un objetivo de ahorro del 13%.
Todavía queda el último paso tras la decisión de los ministros de Energía de los países de la Unión Europea.
En los trílogos se decidirá finalmente cuál es revisión definitiva de las directrices del paquete climático con el que la UE quiere reducir las emisiones de CO2 en un 55% para 2030, conocido como 'Fit for 55'.
Objetivo: eficiencia
Además, el sector público ahora estará obligado a "reducir el consumo anual de energía en un 1,7%". Es la primera vez se llega a un acuerdo sobre un objetivo vinculante de eficiencia energética en la UE.
La eficiencia energética siempre es la gran olvidada en las crisis energéticas. Pero, según un análisis de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), una mejora de la eficiencia energética podría permitir un ahorro en el consumo global en 2030 equivalente a la demanda anual de China.
Esta resolución, junto con la de aumentar la ambición en renovables, se consideran como "elementales para hacer que la UE sea menos dependiente de los combustibles fósiles y para promover la protección del clima".
A partir de ahora, la expansión de las energías renovables será vista como una cuestión de máximo interés público europeo. Y dará más velocidad a la transición, aseguraban los ministros al finalizar la reunión.
El G7
Al mismo tiempo que se reunían los ministros de Energía europeos en Luxemburgo, se producía la Cumbre del G7 (incluye siete potencias económicas: Alemania, Canadá, EEUU, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, y la UE con representación política) en Schloss Elmau, en el corazón de los Alpes Bávaros (Alemania). Los principales líderes mundiales han debatido si Europa debe usar el dinero de los impuestos para proyectos de gas natural como respuesta a la guerra de Rusia en Ucrania. Una idea que choca con los objetivos climáticos de la UE.
Un borrador preliminar del comunicado, filtrado a Politico.eu, reconocía que las inversiones "financiadas públicamente" en proyectos de gas natural eran "necesarias" para sofocar la actual crisis energética. Para solucionar décadas de dependencia de combustible fósil y evitar que fracasen los esfuerzos para limitar el calentamiento global, las inversiones en gas podrían ser una solución.
"En la situación actual, tendremos necesidades a corto plazo que requerirán grandes inversiones en infraestructura de gas en los países en desarrollo y en otros lugares", dijo el domingo el primer ministro italiano, Mario Draghi.
El objetivo debería ser convertir dicha infraestructura en hidrógeno, para reconciliar "las necesidades a corto plazo con las necesidades climáticas a largo plazo", añadió.
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Bloomberg News recoge un último texto en el que se habla del "importante papel que puede desempeñar el aumento de las entregas de gas natural licuado (GNL) en la mitigación de posibles interrupciones del suministro de gas por gasoducto, especialmente a los mercados europeos".
Los líderes reconocen que "la inversión con apoyo público en el sector del gas es necesaria como una respuesta temporal a la crisis energética actual", siempre y cuando se implementa "de manera consistente" con sus objetivos climáticos y "sin crear efectos de bloqueo".
Alternativa al gas ruso
El borrador del comunicado de la cumbre, inicialmente respaldado por el anfitrión Alemania, está ganando terreno a medida que Europa se apresura a asegurar alternativas al gas ruso. El gobierno alemán advirtió que las medidas de Rusia para limitar el suministro corren el riesgo de crear un colapso similar al de Lehman en los mercados energéticos.
Un alto funcionario de la presidencia francesa dijo a los periodistas que se prevé que se permitan inversiones en gas a corto y medio plazo de forma excepcional dadas las circunstancias, mientras se mantienen los objetivos climáticos generales establecidos en la cumbre COP26 de la ONU.
Sin embargo, el grupo, por el momento, solo se ha comprometido vagamente a reducir en sus economías el empleo de los combustibles fósiles durante esta década.
No sorprende este debate. En mayo se reunieron los ministros del G7 y acordaron una posición parecida. Aún así, hasta ahora, los líderes mundiales han preferido hablar de una transición energética "justa" pero sin anunciar medidas concretas. A lo largo del día de hoy, martes, 28 de junio, se verá si hay cambios en la posición inicial.
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