El precio medio de la gasolina y del gasóleo en España ha bajado ligeramente esta semana. Eso sí, ambos carburantes se mantienen por encima de los dos euros el litro, una cota que superan desde hace ya varias semanas.
En concreto, el precio medio del litro de gasolina se ha situado esta semana en los 2,112 euros, tras registrar una bajada del 0,75% con respecto a hace siete días, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.
En el caso del diésel, el precio medio del litro se ha situado esta semana en los 2,076 euros. Este dato refleja una bajada del 1,14%, por lo que se trata de la primera vez que se relaja desde finales de mayo.
Ese importe medio incluye los impuestos, pero no refleja el descuento que entró en vigor desde el pasado 1 de abril de al menos 20 céntimos por litro, ya que hay descuentos superiores, dependiendo de la petrolera y de las promociones a los clientes fidelizados.
Contando con esa subvención, el precio del litro de gasolina sería 9 céntimos más caro que en la última semana de marzo (1,818 euros), antes de que se comenzara a aplicar el descuento, con lo que el encarecimiento registrado por este carburante desde entonces ha absorbido totalmente la ayuda.
En cuanto al diésel, al aplicar la rebaja de los 20 céntimos por litro, su importe sería casi cuatro céntimos superior al precio que marcaba a finales de marzo (1,837 euros por litro).
Alza del petróleo
Desde la invasión de Ucrania por Rusia a finales del pasado mes de febrero los precios de ambos combustibles se han disparado más de un 30%. Estos precios se registran en un entorno de alzas constantes del crudo en el actual contexto, marcado por la guerra en Ucrania.
Así, el barril de Brent, de referencia en Europa, cotizaba este jueves en torno a los 100 dólares, si bien es cierto que su negociación arrancó la semana por encima de los 110 dólares, por lo que en las dos últimas jornadas se ha notado una relajación en su precio.
El precio de los carburantes depende de múltiples factores, como su cotización específica (independiente de la del petróleo), la evolución del crudo, los impuestos, el coste de la materia prima y de la logística y los márgenes brutos.
De este modo, la evolución en la cotización del crudo no se traslada directamente a los precios de la gasolina, sino que lo hace con un decalaje temporal.