La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha resaltado que primará la legislación laboral sobre el plan energético a la hora de limitar la temperatura. De hecho, ha precisado que el aire acondicionado podrá variar según la movilidad del trabajador y la zona de España en la que esté. Además, ha aclarado que bares y restaurantes pueden limitar el uso del aire acondicionado al "entorno de los 25 grados".
En declaraciones a Onda Cero recogidas por EL ESPAÑOL- Invertia, ha subrayado que el Gobierno no realizará modificaciones sobre el paquete de medidas urgentes de ahorro y eficiencia energética que estará vigente hasta noviembre de 2023. Y ha añadido que "está para aplicarse".
Este primer paquete de medidas está pensado para edificios de uso público "con flexibilidades" según el tipo de actividad económica y el trabajo que se desempeñe.
Así, Ribera ha diferenciado los trabajos sedentarios como el de una oficina, de los trabajos activos como es trabajar en un restaurante. "El propio decreto ley incorpora una llamada que allí donde haya espacios donde los trabajadores tengan que desplazarse y tengan un ejercicio físico, debe aplicarse con la flexibilidad que corresponda", ha enfatizado sobre la variación del termostato inicial.
De este modo, el Gobierno pretende tener en cuenta las distintas actividades y respetar las condiciones laborales de los trabajadores.
"No se puede pedir a trabajadores que están en condiciones de ejercicio físico importante que no tengan las condiciones que el derecho laboral garantiza con respecto a los máximos y mínimos de temperatura", ha asegurado. Y ha puesto como ejemplo que discotecas, cocinas y gimnasios necesitan una temperatura distinta a otros espacios como una librería.
Proteger los derechos laborales
Por ello, los comercios y establecimientos deberán justificar cuándo no aplican el límite de temperatura en el termostato, una flexibilidad incorporada en el decreto ley para proteger los derechos de la salud laboral de sus trabajadores.
Ribera ha recordado el complejo contexto de crisis a nivel mundial causado principalmente por la guerra en Ucrania, "lo que ha generado una tensión en los mercados energéticos globales". A esto se suma la sequía que ha impedido generar electricidad mediante el agua, problema que se está solventando con el incremento del consumo de gas.
De esta forma, lo importante es cumplir con el compromiso solidario con el resto de países europeos, "algo que está al alcance de lo que podemos hacer sin excesivo esfuerzo", ha destacado la vicepresidenta tercera.
En esta línea, ha considerado que "nos tenemos que concentrar en la manera de contribuir y ayudar a todos los vecinos europeos que tienen un otoño e invierno complicados".