La fábrica de Ferroatlántica en Boo de Guarnizo (Cantabria) ha parado los dos hornos que tenía en funcionamiento debido al encarecimiento del coste de la energía y lo hará de forma indefinida, posiblemente hasta que se controle el precio del megavatio/hora (MWh).
La dirección comunicó a los trabajadores que el día 30 de agosto, a las 23.00 horas, comenzaría el paro de los hornos, sin saber si sería una decisión "para un día, para tres, para siete o para un mes", según han indicado a Europa Press miembros del comité de empresa.
Dada la situación de la planta, que tiene en marcha un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que entrará en vigor este mes de septiembre, con una vigencia de nueve meses, los trabajadores entienden que "no es viable" producir cuando el precio del megavatio ronda actualmente los 400 euros.
"Con ese precio no hace falta que la empresa nos diga que va a parar, porque ya lo veíamos". "No vamos a estar produciendo para tener pérdidas", lamentan desde el comité. Por ello, los empleados de Boo están ahora reduciendo progresivamente la actividad de los hornos, ya que no pueden parar de golpe.
Así, entienden que a partir de ahora se repartirán los empleados por otras instalaciones de la planta y que aprovecharán las reuniones del inminente ERTE --ya negociado y que afectará a 150 trabajadores en Cantabria-- para abordar esta nueva situación.
El comité asegura que desde la parte social están ya "saturados" por las circunstancias, teniendo en cuenta que el problema del precio de la energía se venía arrastrando desde 2021, cuando ya se cerró uno de los cuatro hornos que funcionaban entonces. A ello se ha sumado el estallido de la guerra en Ucrania, que ha hecho "mucho daño" a la fábrica agravando la situación.
Y además del coste de la energía está el de las materias primas, con el que también suele haber problemas y, "cuando uno mejora, el otro empeora". "Ahora está bien", pero "cuando baja la energía, siempre hay un problema con la materia para fundir", explican.
Ferroatlántica, del grupo Ferroglobe, cuenta con otra planta en Sabón, en el municipio de Arteixo (A Coruña), que ya paralizó el pasado mes de julio el último de los tres hornos que tenía en funcionamiento, además de que también está afectada por el ERTE, en su caso para 120 empleados.