El consorcio formado por Cobra, una filial del grupo Vinci, y Sener con una participación del 62% y el 38% respectivamente, ha firmado con German LNG Terminal GmbH el contrato de ingeniería, compras y construcción de la terminal de regasificación de gas natural licuado (GNL). Estará en la localidad alemana de Brunsbüttel, han informado ambas firmas, que no han desvelado el importe del contrato.
Se trata de la primera terminal de regasificación del país, un proyecto estratégico no solo para el cliente, sino también para Alemania como parte de su proceso de transición energética.
Ubicada al norte de país, en la desembocadura del río Elba en el Mar del Norte, la planta de regasificación contará con dos tanques de almacenamiento de 165.000 m3 y podrá producir hasta 8 BCM (mil millones de metros cúbicos) por año de gas natural, que podrán ampliarse hasta los 10 BCM.
Estará equipada con dos muelles, brazos de descarga y tuberías, tanques de almacenamiento, sistemas de regasificación y emisión de gas, un sistema de recuperación de BOG (Boil-off Gas), una antorcha, sistemas auxiliares y una serie de edificios especialmente diseñados para las operaciones.
La terminal ofrecerá diversos servicios, como carga y descarga de buques, almacenamiento de GNL, regasificación, inyección en la red alemana de gas natural y distribución de GNL mediante camiones cisterna y vagones de ferrocarril.
La nueva terminal ofrecerá una alternativa al gas proveniente por vía terrestre. En este sentido, German LNG Terminal GmbH ha indicado que esta terminal "hará una contribución significativa para asegurar el suministro energético de Alemania y de Europa".
Este contrato de construcción es la continuación de los trabajos de ingeniería que llevan realizando Cobra y Sener como consorcio, poniendo en valor la amplia experiencia que ambos reúnen en proyectos de energía, petróleo y gas en todo el mundo. Entre ellas, el diseño y construcción de terminales de gas natural licuado (GNL) como Sagunto y Bahía Bizkaia Gas (España), Gate terminal (Países Bajos), Dunkerque (Francia) y Zeebrugge (Bélgica).
La colaboración representa una importante inversión (que no desvelan) y comprende un primer tramo de trabajos preliminares que durarán entre 9 y 15 meses, con algunos trabajos de construcción que se llevarán a cabo en paralelo durante un periodo de unos 42 meses.
En las condiciones actuales, consideran "realista" esperar que la terminal esté concluida en 2026. Sin embargo, todas las partes implicadas están trabajando para acelerar aún más el proyecto, cumpliendo con todos los requisitos de la licencia y la ayuda estatal.