Atención a la llegada del invierno, que se espera un aumento del precio del diésel. Así lo ha asegurado el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, en su encuentro con los analistas tras la presentación de resultados.
"El diésel podría ser más competitivo en precios y sustituir al gas, ya sea para industria, aplicación térmica o para producir energía en algunas zonas de Europa. Así que me parece que hay margen para ver precios más altos en los próximos meses".
Imaz ha dicho que el invierno está por llegar ("Winter is coming"), y aunque no tiene "una bola de cristal, si se siguen con las tensiones geopolíticas actuales en Europa, las diferencias del precio del diésel respecto a los del petróleo y gasolina seguirán muy abiertas".
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Sube el diésel, pero no la gasolina
Pero ¿por qué el diésel sigue subiendo si la decisión de la OPEP de reducir su producción no ha provocado un maremoto en los mercados? El máximo ejecutivo de la energética española ha explicado que "en primer lugar, existe una restricción real de las importaciones de diésel ruso, y en segundo lugar, se acerca el invierno".
"Estacionalmente el invierno es un período donde los márgenes de diésel son más altos que en otros períodos del año", porque se demanda más que la gasolina. Las familias usan más sus automóviles en verano -que suelen ser de gasolina- y menos en otoño o en invierno. Y en este contexto de crisis energética, podría crearse un cuello de botella de producción de diésel. Además, se espera que se utilice como sustituto del gas en calefacción, industria y generación de energía.
"Teniendo en cuenta los altos precios del gas natural que estamos viendo en Europa y en otras partes del mundo -todos los países dependen de las importaciones de GNL (gas natural licuado)-, el diésel, inicialmente, podría ser elegido para sustituir al gas", añade Josu Jon Imaz.
Incertidumbre en el gas
Pese a que los precios del gas, tanto en España (MIBGAS) como en Europa (TTF), se han desplomado (en torno a los 40 euros/MWh y a los 100 euros/MWh respectivamente), hay miedo de que sea un espejismo. Un otoño más cálido de lo normal, los almacenes de gas cerca del 100% de su capacidad, planes de ahorro energético y una posible intervención de los mercados europeos han hecho su efecto.
Pero todavía queda mucho invierno por delante, y se desconoce cómo van a evolucionar los precios.
Este mes de octubre está marcando registros "extremadamente cálidos para la época", según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). En el resto de Europa también están viviendo unas temperaturas anormalmente altas. Incluso se espera que este octubre sea el más caluroso desde que se tienen registros. Y según el modelo de predicción europeo ECMWF, las temperaturas en noviembre seguirán por encima de la media.
De ser así, los mercados podrían continuar en niveles bajos, aunque reina la incertidumbre y nadie sabe qué puede ocurrir en los próximos meses.
El diésel, más caro que la gasolina
En Europa siempre se ha refinado más gasolina de la que necesita y, de hecho, se exporta. Pero cuando se trata de diésel, no se refina lo suficiente y tienen que importar (no es el caso de España). En los últimos años, más de 20 refinerías a lo largo y ancho de Europa se han ido cerrando, dejando en manos de Rusia la producción de diésel.
De hecho, ha sido el principa proveedor hasta ahora, pero con la invasión en Ucrania, y la prohibición de las importaciones este diciembre póximo, está provocando un impacto en los precios del diésel respecto a la gasolina.
Además, Europa paga gran parte de este producto con dólares y esto significa que el coste de comprar gasolina y diésel se ha visto afectado negativamente por las fluctuaciones.
Por otro lado, el coste energético ha encarecido la actividad económica a nivel mundial, y por tanto, también el coste de refinar los productos derivados del petróleo.
Como colofón, se suma la perturbación provocada por las huelgas en las refinerías francesas. El personal de varias refinerías en el país ha parado durante varias semanas para pedir un aumento de su salario por el aumento del coste de vida.
En España, la situación es algo diferente. Además de atender la demanda española, la empresa presidida por Antonio Brufau exporta una parte sustancial de los carburantes refinados al mercado europeo, tanto a Francia como a otros países de la UE.
Aún así, según los últimos datos de Repsol presentados esta semana (tiene cinco refinerías de las nueve que existen en el país), los márgenes de refino están por encima de la media, pero la producción está afectada por la demanda y los costes energéticos, lo que le está llevando a maximizar la producción de destilados medios.