El Gobierno celebrará el próximo 22 de noviembre una nueva subasta de renovables, la cuarta bajo el sistema 'Ribera', en la que se pondrán en juego un total de 3.300 megavatios (MW) eólicos y fotovoltaicos. En esta cuarta ocasión, no hay tanta expectación como en ediciones anteriores, ni se esperan precios tan bajos.
En concreto, este nuevo concurso de subasta renovable se estructura en dos cupos de potencia, uno de 1.800 MW para la fotovoltaica y otro de 1.500 MW para la eólica. Son parecidos en capacidad ofertada con la puja de enero de 2021.
Entonces, se establecía un cupo de 3.000 MW, de los cuales al menos 1.000 MW se destinaron a tecnología fotovoltaica y otros 1.000 MW a eólica terrestre, quedando el resto de potencia a subastar sin restricción tecnológica. Finalmente, todo se repartió entre las dos primeras.
Precios rozando la rentabilidad
En ese mes de enero de 2021, sin ninguna sospecha de la que se venía encima con la crisis energética provocada por la invasión rusa en Ucrania, se casaron ofertas que rozaban la rentabilidad.
El precio medio ponderado de todas las ofertas fue de 24,47 euros/MWh para la tecnología fotovoltaica y de 25,31 euros/MWh para la eólica, un 43% de media inferior a la estimación de precios a largo plazo de entonces.
Meses después, el 19 de octubre de 2021, se celebró la segunda subasta de renovables. Se pujaba por un total de 3.300 MW repartidos por tecnologías. De esta cifra, se reservaban 600 MW para disponibilidad acelerada, otros 1.500 MW eólicos terrestres, otra de 700 MW fotovoltaicos y otra de 300 MW para generación distribuida. Quedaban 200 MW sin reserva tecnológica.
Entonces ya daba vértigo presentarse a la subasta. No solo porque se aumentaron los requisitos, con plazos más ajustados, sino por el contexto internacional que ya generaba incertidumbre. Así que, como se esperaba, subieron los precios hasta una media de 30,56 €/MWh.
Finalmente, se adjudicaron 2.258 MW para proyectos eólicos y 866 MW para fotovoltaica.
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Nadie se atreve a poner el precio con los que las empresas participantes se presentarán a la próxima subasta de este mes de noviembre. Pero nadie duda de que serán más altos.
"La incertidumbre y la volatilidad del mercado eléctrico diario y de los futuros, la crisis energética y la posibilidad de otros productos para conseguir financiación de los parques, hace difícil que haya interés por esta nueva subasta", explican a EL ESPAÑOL-Invertia fuentes del sector renovable.
Precios cerca de 40 euros/MWh
Con precios OMIP (mercado ibérico de futuros) que superan los 170 euros/MWh para el primer trimestre de 2023, o los 210 euros/MWh para todo el año próximo, o las firmas de PPAs (contratos de compraventa de electricidad) que cotizan en los 80 euros/MWh a 10 años, hacen poco atractivo acudir a las subastas.
"Es difícil saber cuánto se van a encarecer las ofertas, pero es evidente que no habrá precios tan bajos como los del año pasado. Incluso podríamos ver alrededor de los 40 euros/MWh", concluyen.
Tercera subasta renovable
Con este escenario, no es descabellado pensar que se quede en un fiasco como ocurrió con la del pasado 25 de octubre. Tras más de un año de espera, se celebró una específica para termosolar (220 MW), biomasa (140 MW), otras tecnologías innovadoras (40 MW) y fotovoltaica distribuida (140 MW).
Sin embargo, quedaron desiertos 343 MW, principalmente la termosolar, de los 520 MW que se ponían en juego debido a las ofertas por encima del precio máximo admitido.
Factores como la inflación, los altos costes de las materias primas, la falta de mano de obra especializada, la dificultad para llegar a plazo a los hitos o conseguir los puntos de acceso a redes y el contexto de altos precios energéticos hicieron fracasar esa subasta.
No han cambiado las razones para el próximo 25 de noviembre, y los problemas de la construcción de nuevos proyectos de biomasa o termosolar coinciden para fotovoltaicos y eólicos.