Iberdrola ha considerado que países como Estados Unidos o Reino Unido ofrecen a día de hoy una "mayor seguridad regulatoria y una mayor creación de valor" que España para dirigir allí sus inversiones.
En una presentación a analistas de la actualización de su plan estratégico 2023-2025, los directivos del grupo coincidieron en destacar que "el perfil de retorno" en estos países "es mejor a día de hoy de lo que tenemos hoy que en España".
El grupo analiza llevar a cabo sus inversiones "en los países donde dan más estabilidad, predictibilidad, hay un Estado de derecho y también mejores retornos".
Así, subrayó que la directiva del grupo gestiona el dinero que pertenece a los accionistas, por lo que su obligación es ver "cuáles son los mejores lugares dónde podemos llevar ese dinero".
A este respecto, el director financiero de la energética, José Sáinz Armada, aseguró que "desgraciadamente en España estamos sufriendo decisiones con las que no estamos de acuerdo y a las que nos enfrentaremos".
Además, consideró que la seguridad regulatoria "es mejor" en países como Estados Unidos o Reino Unido, donde hay oportunidades para el crecimiento y donde la creación de valor "a largo plazo es mayor que en España".
La energética ha anunciado un plan inversor récord de 47.000 millones de euros en los próximos tres años. Estados Unidos será el principal destino de inversión -con el 47%, incluyendo inversiones orgánicas y la integración de PNM Resources-, seguido del Reino Unido (16%). Mientras, España supondrá el 13% de sus inversiones en el periodo, unos 6.000 millones de euros.
Respecto a la operación de adquisición de la estadounidense PNM Resources, Galán se mostró "convencido" de que se cerrará a lo largo del próximo año. "Nos sentimos bastante cómodos y estoy convencido de que el acuerdo se va a llevar a término".
Un impuesto injusto
En este sentido, Galán señaló que el impuesto que el Gobierno prevé imponer a las energéticas, sustentando en los ingresos es "absolutamente injusto" e insistió en que la compañía, como con otras medidas del pasado, peleará en los tribunales.
Así, Galán destacó que en esta crisis "hay gente que está ganando muchos beneficios adicionales", aunque señaló que no es el caso de Iberdrola. "Estamos abiertos a ayudar en esta situación de crisis, siempre y cuando se pueda corregir esta situación", añadió.
Por su parte, Sáinz Armada indicó que la compañía ya incluye en sus previsiones de las cuentas de este año y de 2023 el posible impacto de este gravamen, "en una cantidad quizás más baja" que la de Endesa. La eléctrica filial de Enel, ha estimado en 400 millones de euros el impacto-, "pero en los mismos parámetros".
Por otra parte, el consejero delegado de Iberdrola, Armando Martínez, pidió una "regulación adecuada" en España para poder impulsar las inversiones en proyectos de bombeo, ya que es "la mejor respuesta para el almacenamiento".
A este respecto, Galán añadió la necesidad "establecer un marco para que esto sea posible", ya que España y todo Europa necesita capacidad de almacenamiento, "y el bombeo es el sistema más eficiente, especialmente en países como España".
Cerrar el gas
Por otro lado, Galán ha asegurado que será difícil que el grupo pueda cerrar todos sus ciclos combinados de gas natural en el horizonte de 2030, ya que está la prioridad de garantizar el suministro. Se cerrarían si no fueran necesarios, pero lo serán "durante un periodo muy corto".
Mientras tanto, prevé mantener una política de precios de la electricidad estable para sus clientes en España hasta 2025, en la horquilla de los 65-70 euros por megavatio hora (MWh), no vinculada e inferior a los precios del mercado mayorista.
En su plan, Iberdrola apunta a que los precios de la electricidad se mantendrán especialmente altos en los próximos años. Así, señala un precio máximo de 200 euros por megavatio hora (MWh) para este año, que será casi estable (196 euros/MWh) el próximo ejercicio y no bajará hasta los 170 euros/MWh en 2024. Ya en 2025 sí prevé un descenso importante hasta los 74 euros/MWh.
Asimismo, la eléctrica prevé que el 95% de sus ventas estarán cubiertas por la producción propia a 2025, frente al 85% actual, teniendo así que cubrir apenas un 5% con compras.
El consejero delegado de la compañía, Armando Martínez, en su estreno ante los inversores en el cargo, indicó a este respecto que el objetivo de Iberdrola es "maximizar el uso de contratos a largo plazo" y subrayó que la compañía "no tiene ingresos del trading especulativo".
Así, Martínez afirmó que esta estrategia de vender su producción con contratos a largo plazo le permite a la energética mantener los precios, "incluso en una situación de volatitlidad", protegiendo a los clientes y garantizándose unos ingresos "predectibles" durante el periodo del plan.
Política de dividendos
Por último, Iberdrola prevé destinar más de 11.000 millones de euros a retribuir a sus accionistas a lo largo del periodo 2023-2025 e ingresar unos 7.500 millones de euros de su plan de rotación de activos y entrada de socios para financiar proyectos.
Según los datos presentados, la compañía estima unos fondos de 58.300 millones de euros, de los cuales un 64% estará cubierto por los fondos propios de operaciones, para financiar su plan inversor por 47.000 millones de euros en los próximos tres años.
En concreto, la retribución al accionista e intereses minoritarios representarán el 19% de estos recursos de 58.300 millones de euros, mientras que las inversiones supondrán el 81% restante. Ahí se incluyen los más de 36.140 millones de euros a crecimiento orgánico y los 11.000 millones de euros para la adquisición en Estados Unidos de PNM Resources.
En su nuevo plan, la energética prevé que el dividendo crecerá en línea con el beneficio neto, representando el 65-75% de 'pay-out', con una estimación de alcanzar entre 0,55-0,58 euros por acción en 2025, con un suelo de 0,46 euros en 2023-24 y 0,50 euros en 2025, dentro del programa de Iberdrola Retribución Flexible, que incluye la recompra de títulos.
Además, la compañía contempla un nuevo objetivo de 4.900 millones de euros en el periodo 2023-2025 procedente de su plan de rotación de activos, que será sobre un 3% de sus activos totales.
Asimismo, estima que otros 2.600 millones de euros vendrán de la entrada de socios no mayoritarios con participación minoritaria en proyectos.
De este objetivo de 7.500 millones de euros procedentes de la rotación de activos y de las 'partnerships', más del 50% está ya avanzado o empezado.
En la presentación del plan del grupo ante inversores, el director financiero de Iberdrola, José Sáinz Armada, señaló que estas alianzas dan la "solidez" para financiar más proyectos de inversión y subrayó que, además, se "ve mucho interés de fondos para participar en el plan de inversiones de Iberdrola".
En este sentido, el grupo ya ha impulsado en los últimos tiempos esta estrategia de ir incorporando socios a algunas grandes inversiones, para dar financiación a los proyectos, con alianzas como la del fondo suizo Energy Infrastructure Partners (EIP), vendiéndole el 49% en el parque eólico marino de Wikinger (Alemania); en Reino Unido con el fondo australiano Macquarie incorporándole en el proyecto East Anglia One; o en España con Mapfre, entre otros.
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Asimismo, Sáinz Armada indicó que las necesidades de financiación del plan limitan la deuda adicional al 21% del total de fuentes gracias al crecimiento del FFO, cubriendo el 64% de las necesidades.