En pleno debate sobre si las energéticas deben aportar más al fisco o no, y pese a sus abultados resultados, en especial, petroleras y gasistas, hay que leer la letra pequeña, es decir, qué es lo que queda después de pagar impuestos.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ya ha dicho en varias ocasiones que, pese a la crisis de altos precios que vive España, las compañías energéticas siguen teniendo cifras abultadas en su cuenta de resultados. Por eso, seguirá adelante con su plan de incorporar un nuevo impuesto a los beneficios de las empresas del sector.
Y por eso, Hacienda ya ha advertido de que vigilará de cerca para que las multinacionales no diluyan sus beneficios en partidas contables del extranjero.
A falta de conocer los resultados de todas las compañías del sector, se podría adelantar que los altos precios energéticos efectivamente han tenido un efecto positivo en el sector de las refinerías, Repsol y Cepsa.
Los márgenes de refino han tenido un crecimiento exponencial respecto a los dos años anteriores, más aún porque se compara con un periodo de parón de la actividad económica por la pandemia. Pero, ¿y con las eléctricas y gasistas?
Las eléctricas y los ciclos combinados
La filial española de Enel, Endesa, acaba de presentar sus resultados de los nueve meses del año y ha destacado que ha obtenido un beneficio neto ordinario solo un 0,7% superior respecto a septiembre del año anterior, hasta los 1.469 millones de euros. Con los beneficios extraordinarios por la venta parcial de su negocio de movilidad eléctrica a su matriz Enel, representa un incremento del 13%.
Pero antes de impuestos, el resultado bruto de explotación (Ebitda) de la energética se situó en los 3.710 millones en el periodo, incluyendo los extraordinarios. Esto supondría un incremento del 19% con respecto a septiembre de 2021.
[El beneficio neto de Endesa se eleva un 13% hasta septiembre por ventas a su matriz Enel]
La compañía ha dicho que estos resultados se han alcanzado en un contexto marcado por el estallido de la guerra en Ucrania y el repunte de precios de las materias primas energéticas, singularmente el gas, que ha llevado a un coste medio de la electricidad en el mercado mayorista ibérico de enero a septiembre que ha crecido un 137% interanual, hasta los 186 euros por megavatio hora (MWh), siendo el año con los precios más elevados de la historia.
Endesa es la compañía que más parques de ciclos combinados tiene en España. Las centrales de gas en las islas del archipiélago canario, balear y en Ceuta y Melilla son suyas, y en total, en el territorio nacional, suma casi 10.000 MW de potencia instalada.
Iberdrola, por su parte, suma unos 6.000 MW en ciclos combinados, pero sus buenos resultados a septiembre no tienen que ver con el gas. Pese a haber ganado 3.104 millones, un 29% más, su beneficio en España se ha reducido un 14%.
Su presidente, Ignacio Sánchez Galán, dijo hace una semana que el resultado bruto de explotación (Ebitda) creció un 17%, hasta los 9.529 millones de euros, "con una evolución positiva en todas las geografías exceptuando de nuevo España".
Aun así, también ha destacado que el 100% de sus compras de suministros están aseguradas para este año y el 90% para 2023, evitando así las tensiones actuales de las materias primas y tipos de cambio.
Repsol, Cepsa y el refino
La energética registró un beneficio neto de 3.222 millones en los nueve primeros meses del año. Esta cifra es un 66% superior a lo registrado en el mismo periodo del ejercicio pasado.
La compañía explicaba que el 60% de estos provino del negocio internacional, cuyo principal exponente es el área de upstream (exploración y producción).
Sin embargo, el refino es uno de los principales causantes del aumento en el precio de la gasolina y el diésel. Según los últimos datos de Repsol (tiene cinco refinerías de las nueve que existen en el país), la subida responde a las “limitaciones en la oferta” a raíz de la guerra y que se trata de una tendencia mundial. Por eso, sus márgenes de refino están por encima de la media, y como la producción está afectada por la demanda y los costes energéticos, le está llevando a maximizar la producción de destilados medios.
En el caso de Cepsa, no está obligada a presentar resultados trimestrales, pero ya en abril pasado, la energética reconocía que había triplicado sus beneficios hasta los 265 millones en el primer trimestre del año.
La subida de los precios del crudo, el aumento de la producción en exploración y producción, y el negocio de refino eran las causas de estos buenos datos.
Negocio mayorista de gas
A falta de conocer los últimos resultados de Naturgy, hasta junio de este año, las cuentas presentadas registraron un Ebitda ordinario de 2.184 millones, un 11% más que en el mismo periodo del año anterior, apoyado principalmente por el buen comportamiento del negocio mayorista de gas a nivel internacional.
Su beneficio neto ordinario fue de 717 millones, un 28% superior, aunque se resaltó que todo ello era producto de un escenario de máxima volatilidad. La dependencia española del gas natural para generar electricidad ha ayudado a esas cifras, según dijo en su momento la compañía.
Naturgy es el líder en el sector del gas en España, y participa en toda la cadena de valor del negocio. Es el mayor operador de gas de España, con más de 5,4 millones de puntos de distribución, y el mayor proveedor mayorista y minorista de gas natural, no solo de gas por tubo, sino además por GNL (gas natural licuado).