Iberdrola ha acudido al mercado de renta fija en Europa, como ya hiciera el pasado mes de marzo, cerrando de nuevo con éxito una operación a doble tramo por importe conjunto de 1.500 millones de euros: 750 millones con vencimiento a seis años y 750 millones con vencimiento a diez años, en ambos casos en formato verde, incrementando el importe previsto por la elevada demanda recibida.
La compañía finaliza su primera operación en los mercados de capitales desde que anunciara la semana pasada a los inversores en Londres la actualización de su plan estratégico con un apoyo masivo de los inversores de renta fija.
Con una fuerte demanda que ha superado los 5.300 millones, 2.500 millones de euros en el tramo a seis años y los 2.800 millones de euros en el tramo a 10 años, los márgenes de crédito se han fijado en niveles muy estrechos, de 40 y 63 puntos básicos sobre las correspondientes referencias midswap para cada plazo, lo que ha permitido fijar unos cupones de 3,125% y el 3,375%, respectivamente.
Según un comunicado de la compañía, las condiciones obtenidas ponen de manifiesto la solidez y robustez de la solvencia de Iberdrola. También la confianza que los inversores siguen depositando en ella.
La emisión se ha colocado entre un conjunto de 230 inversores, de los cuales 158 han participado en el tramo a seis años y 178 en el tramo a diez años (participando muchos en ambos tramos simultáneamente). Los inversores pertenecían en su inmensa mayoría a distintos países europeos, así como al Reino Unido.
Bonos verdes
Los bonos verdes suelen generar una mayor demanda y un menor coste, dado que al interés de los inversores habituales se añade el de los inversores socialmente responsables.
Una mayoría de la operación se ha colocado entre inversores ESG, por lo que Iberdrola continúa diversificando su base inversora y ampliando la demanda, lo que mejora la ejecución de estas operaciones en momentos difíciles de mercado.
Los fondos obtenidos se destinarán a activos elegibles verdes, tal y como se definen estos en el Marco de Financiación Verde de Iberdrola.
En la colocación han participado diez bancos internacionales de primer nivel, JP Morgan (Coordinador), Caixabank, Citi, Commerzbank, Crédit Agricole, Deutsche Bank, Morgan Stanley, MUFG, Natwest y Royal Bank of Canada, en un contexto de mercado menos volátil tras la publicación de los últimos datos de inflación en Estados Unidos, aunque aún complejo, en el contexto de unas políticas monetarias aún pendientes de definir por completo.
Esta operación le permite reforzar su ya posición de liquidez, a unas excelentes condiciones y en un buen momento de mercado, tras el cambio de tendencia iniciado en los tipos de interés después de los datos de inflación de Estados Unidos la semana pasada.
Transición energética en Iberdrola
La compañía anunció la semana pasada su Plan Estratégico para 2023-2025, con el que pretende avanzar en su crecimiento mundial con unas inversiones de 47.000 millones de euros durante el periodo 2023-2025 para impulsar la transición energética, el empleo y las emisiones netas nulas.
Analizando las principales inversiones por áreas de negocio, Iberdrola destinará 27.000 millones de euros a redes y 17.000 millones de euros al área de renovables.
Las nuevas inversiones previstas para el periodo 2023-2025 permiten a Iberdrola prever un beneficio bruto de explotación (EBITDA) de entre los 16.500-17.000 millones de euros para 2025, lo que supone un crecimiento medio anual entre el 8% y el 9%. España representará el 31% del EBITDA. Además, la compañía calcula que el beneficio neto aumente hasta una horquilla entre los 5.200 y los 5.400 millones de euros en 2025, lo que supone un crecimiento medio anual de entre el 8% y el 10%.