La alianza formada por España, Francia y Portugal ha revelado la letra pequeña del corredor de hidrógeno verde que se espera que esté en marcha en 2030 y que permitirá enviar este combustible de la Península Ibérica al resto de Europa.
El proyecto, denominado H2MED y que cuenta con el apoyo de la Comisión Europea, costará al menos 2.850 millones de euros. Ya hay previstas varias opciones para el trazado de la parte más compleja de esta iniciativa, el tubo submarino que unirá Barcelona y Marsella, el BarMar.
La documentación a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL-Invertia apunta a que se manejan tres alternativas para unir territorio español y francés, siempre a través de un hidroducto submarino.
Con todo, ya hay un recorrido que los gobiernos de España, Francia y Portugal consideran el más "óptimo". Con esta opción, el hidroducto se introduce unos kilómetros Mediterráneo adentro y se aleja de la costa.
Es cierto que esto aumenta la distancia a cubrir por el tubo submarino, pero también evita los numerosos cañones submarinos que hay en las cercanías de litorales catalanes y franceses.
Esta ruta mide unos 455 kilómetros y el hidroducto se enfrentaría a una profundidad máxima de 2.557 metros. También se ha manejado una ruta más corta, de 369 kilómetros, pero está prácticamente descartada por los cañones submarinos que sí habría que afrontar.
En cualquiera de estos caso, la construcción tardará varios años en comenzar. Según el calendario que manejan los tres países, hasta 2026 no se iniciará la obra del proyecto que unirá Barcelona y Marsella. 2023, 2024 y 2025 se emplearán para hacer los correspondientes estudios de seguridad y de impacto medioambiental.
Además, los gobiernos se comprometen en el documento a ejecutar las correspondientes consultas públicas sobre el proyecto, que costará unos 2.500 millones de euros y se tardará unos 56 meses en ejecutar (incluyendo los 26 meses previos para los estudios de seguridad e impacto ambiental).
Para su desarrollo, también recoge la obligación de que las entidades que ejecutarán el proyecto tendrán que formar un consorcio para la infraestructura. Serán las entidades gestoras de las redes de gas (y de futuro hidrógeno) de España y Francia, Enagás y GRTgaz y Teréga, respectivamente.
De la otra conexión que dará forma al H2MED, la que conectará la localidad portuguesa de Celorico y Zamora, se encargarán la citada Enagás y la lusa Ren. Esta parte del proyecto costará unos 350 millones de euros y la obra durará menos que el BarMar: 48 meses (incluyendo el periodo correspondiente a los permisos).
En definitiva, las entidades citadas serán las que se encarguen de gestionar el corredor de hidrógeno verde.
Sin gas pero con apoyo de Bruselas
Como ya ha contado este periódico, finalmente, el H2MED no se empleará para transportar gas. Pese a ello, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha dado el visto bueno a que se empleen fondos de la Unión Europea para este proyecto.
España, Francia y Portugal postularán H2MED a la convocatoria para los proyectos de interés común europeo, que permiten financiar hasta el 50% de su coste. Moncloa aspira a lo máximo y que la mitad de la iniciativa se pague mediante esta vía.
El objetivo es que para 2030 el hidroducto esté plenamente operativo y transporte el 10% del consumo de hidrógeno de la Unión Europea previsto para entonces, unos dos millones de toneladas.
El sector energético presente en España ha recibido las novedades con aplausos. El consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar, considera que el anuncio del corredor de hidrógeno H2MED "es una noticia muy positiva dado su potencial para reforzar la independencia energética de Europa, garantizar un suministro asequible y avanzar en la transición energética".
"También refuerza el liderazgo de España en el mercado mundial del hidrógeno verde, clave para descarbonizar sectores como el transporte pesado y la industria, y convertir al país, por primera vez, en exportador de energía", ha destacado el CEO de Cepsa.
Mientras, Arturo Gonzalo, consejero delegado de Enagás, ha considerado que el anuncio de la puesta en marcha del corredor energético H2MED para abastecer de hidrógeno verde a Europa "es una magnífica noticia y un claro ejemplo de colaboración europea para reforzar la seguridad y la autonomía energética de la UE y la descarbonización".
La puesta en marcha del corredor de hidrógeno verde se antoja fundamental para el futuro económico de España. La ya citada Cepsa ya ha anunciado sus planes para invertir 3.000 millones de euros en Andalucía y desarrollar el mayor proyecto de estas características de Europa.
Mientras, Repsol lidera el proyecto Shyne, en el que prevé destinar unas inversiones de más de 2.200 millones de euros, que cuenta con unas metas para instalar 500 MW en 2025 y 2 GW en 2030.
Por su parte, Iberdrola ha lanzado junto a Fertiberia un proyecto integral que contempla el desarrollo de 800 MW de hidrógeno verde con una inversión de 1.800 millones de euros hasta 2027.
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