La Comisión Europea ha mantenido este martes una primera ronda de contacto con 32 compañías energéticas para poner en marcha la plataforma de compras conjuntas de gas, con la vista puesta en realizar la primera transacción común europea antes del verano.
En una declaración, el vicepresidente comunitario para Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic, ha subrayado que hay un "enfoque constructivo" de la industria gasística "para jugar su importante parte" para las compras conjuntas. Unas compas que ha defendido, deben ser lo más inclusivas posible e integrar a compañías y países pequeños, también aquellos con pocas opciones de diversificación energética.
"No hay tiempo que perder porque cada retraso vendrá con una factura", ha expuesto Sefcovic.
El vicepresidente ha descrito la reunión de este martes en Bruselas, que contó con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como un "importante primer paso" para poner en marcha la primera iniciativa de este estilo en Europa para proteger al continente de la falta de suministro y de los altos precios el próximo verano.
"La preparación para el próximo invierno empieza hoy", ha afirmado. También ha asegurado que la plataforma de compras conjuntas será una medida clave para garantizar la seguridad energética de Europa. En este sentido, ha recalcado que cuando la UE "habla con una sola voz" tiene mayor fuerza, al tiempo que ha dicho que la "competencia sana" es una aspecto clave del mercado único europeo.
El comisario eslovaco ha indicado que en enero volverá a convocar al comité formado por los Veintisiete para decidir próximos pasos con la vista puesta en seleccionar un proveedor para organizar una plataforma de demanda agregada. A principios de primavera, Bruselas organizará una convocatoria para atraer ofertas, todos con la meta de cerrar las primeras compras conjuntas, incluyendo contratos a largo plazo, antes de verano.
Este paso llega después de que los ministros de Energía de la UE acordaran este lunes el reglamento de compras conjuntas, en una reunión en el que el foco estuvo en el pacto para un tope de 180 euros el megavatio hora (MWh) en las compras de gas en la Unión Europea, un mecanismo de corrección que finalmente salió adelante con el apoyo de Alemania pese a sus reservas durante la negociación.