Arranca la 13a sesión de la Asamblea de IRENA, la Agencia Internacional de Energías Renovables, celebrada en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), con dos mensajes que parecen contradictorios: por un lado se pide cooperación entre los países y, por otro, Estados Unidos y Europa se lanzan dardos por la guerra comercial en sus políticas verdes.
La Asamblea de IRENA ha reunido a jefes de Estado y de Gobierno, ministros y responsables en la toma de decisiones en materia de energía, así como a organizaciones multilaterales, partes interesadas mundiales y actores privados para hacer un balance de los planes y las políticas operativos y destacar el compromiso concertado.
"Hay que corregir el tiro para llegar a 2030 cumpliendo con los objetivos climáticos", ha comenzado su discurso John Kerry, enviado especial presidencial para el Clima de EEUU. "Aún así, el mayor riesgo al que se enfrenta la humanidad es que no hagamos nada. Si seguimos con lo que hacemos actualmente, nos impedirá ayudar a países que necesitan de los que más podemos impulsar la descarbonización".
"Tenemos que acelerar el ritmo de implantación y desarrollo de renovables y, por eso, quiero pedirles a los países que pueden hacerlo que se pongan manos a la obra", ha subrayado.
"Estamos haciendo más o menos lo mismo", le ha contestado Frans Timmermans, vicepresidente primero de la Comisión Europea. "Pero estamos en medio de una revolución industrial, con mayor circularidad, otro sistema energético, con grandes reformas políticas, y lo último que necesitamos es una batalla transatlántica".
"Tenemos que sincronizar nuestros esfuerzos, y compartir la tecnología. Es la única posibilidad de que todo el mundo pueda acometer los planes que se van a llevar a la COP28", ha remarcado.
Además, continúo Timmermans, "la implantación de energías renovables hay que hacerla poco a poco, pese a los conflictos geopolíticos". "Es inevitable si queremos tener éxito. Tenemos que colaborar, la competencia industrial hay que hacerla desde el punto de vista de la cooperación", ha incidido.
Apoyo de España
En esa línea apostaba la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. "Es posible un sistema energético 100%, pero la cooperación entre todos es imprescindible", ha recalcado.
La ministra también reconoció que "esta transición energética, al menos en Europa, está siendo más rápida de lo esperado como consecuencia de la crisis energética por la guerra en Ucrania".
Sin embargo, ha recordado que "hay que continuar con este proceso de transición energética y apostamos por las renovables". "No podemos pensar en volver a los combustibles fósiles, más intensivos de CO2", ha agregado.
Mientras tanto, el resto de miembros de IRENA han hecho un balance del progreso de la transición energética hacia los objetivos del Acuerdo de París e identificaron prioridades para impulsar la acción en la COP28 y más allá.
Como conclusión todos señalaron que se debe dar la máxima prioridad a las acciones a corto plazo para acelerar urgentemente la transición energética en los próximos años y corregir el rumbo de los 1,5°C hacia 2050.
Gobiernos, empresas privadas y organizaciones internacionales estuvieron de acuerdo en poner en marcha las acciones prioritarias necesarias en los próximos años, dado el cronograma de 2030 para reducir las emisiones a la mitad y alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.
"El mundo no está en camino de alcanzar los objetivos climáticos y de desarrollo e incluso está retrocediendo en algunos casos. La acción no puede demorarse y debe tomarse con las soluciones ya disponibles", ha dicho el director general de IRENA, Francesco La Camera. "Si bien cada país es diferente, cada uno debe encontrar la manera de equilibrar las prioridades nacionales con los objetivos a corto y largo plazo para acelerar las acciones impulsadas a nivel nacional en el mundo"., ha resaltado.
"Aunque las transiciones energéticas están progresando en todo el mundo", ha añadido. "Los esfuerzos deben acelerarse, al tiempo que se garantiza que los beneficios se distribuyan de manera uniforme entre países y comunidades".
"La cooperación internacional jugará un papel vital para garantizar que todos los países tengan la oportunidad de acelerar el despliegue de tecnologías resistentes al clima y asegurar la inversión necesaria para lograr sus objetivos", ha subrayado.
La energía tiene un impacto enorme en la entrega de la acción climática, de ahí que IRENA haya publicado su World Energy Transitions Outlook, que establece una dirección para mantenerse en el objetivo de descarbonización hacia 2050.
El informe posiciona la eficiencia y la electrificación como impulsores principales, habilitados por la energía renovable, el hidrógeno verde y la bioenergía moderna sostenible. Fundamentalmente, pone un enfoque significativo en las políticas y las implicaciones socioeconómicas para proporcionar los matices necesarios para las diversas circunstancias de los países y regiones individuales.
O gestiona tu suscripción con Google
¿Qué incluye tu suscripción?
- +Acceso limitado a todo el contenido
- +Navega sin publicidad intrusiva
- +La Primera del Domingo
- +Newsletters informativas
- +Revistas Spain media
- +Zona Ñ
- +La Edición
- +Eventos