Engie, segunda energética más grande de Francia, no ha seguido la estela de sus homólogas en el resto del mundo. Sus negocios en gas y su participación en el sector eléctrico francés han ahogado sus beneficios. En 2022, ha cerrado con un beneficio neto atribuido de tan solo 216 millones de euros, lo que supone una caída del 94% en comparación con las ganancias contabilizadas un año antes.
La 'utility' francesa explicó que la disminución de unos 3.400 millones de euros en comparación con el resultado de 2021 obedece principalmente al efecto negativo de la valoración a precios de mercado en los contratos de materias primas, pérdidas por deterioros, la pérdida crediticia vinculada al Nord Stream 2 y el aumento de la provisión para el combustible de centrales nucleares belgas.
En este sentido, Engie cifró en 2.800 millones el deterioro de valor asumido en 2022 principalmente en relación con la revisión trienal de las provisiones nucleares para el desmantelamiento de centrales eléctricas, la continuación del programa de abandono del carbón y el proceso continuo de enajenación de activos estratégicos incluyendo activos térmicos principalmente en Chile y Marruecos.
Por otro lado, la empresa asumió un impacto de 900 millones por impuestos sobre beneficios extraordinarios, principalmente en Bélgica e Italia, además de 1.100 millones por los mecanismos gubernamentales de reparto de beneficios existentes en Bélgica y Francia.
Asimismo, Engie contabilizó en 2022 plusvalías de 2.200 millones de euros sobre todo por la venta de Equans y la venta del 24,6% de GTT.
De este modo, la compañía destacó que su beneficio atribuido recurrente en el ejercicio 2022 fue de 5.200 millones de euros, un 78,4% por encima del resultado equivalente de 2021.
Por otro lado, los ingresos anuales de Engie aumentaron un 62,2% respecto de 2021, hasta 93.865 millones de euros. Se incluye un aumento del 61,7% de los ingresos por suministro, hasta 16.810 millones, y del 70% en renovables, hasta 6.216 millones, mientras que los ingresos por soluciones energéticas crecieron un 16,4%, hasta 11.552 millones, y los relacionados con la energía térmica un 74%, hasta 7.129 millones.
El consejo de Engie ha reafirmado la política de dividendos de la compañía con un pay-out de entre el 65% y el 75% del resultado neto atribuido recurrente, con un suelo de 0,65 euros por acción para el periodo 2023-2025.
De esta manera con respecto de 2022, la junta ha propuesto una tasa de pago del 65%, lo que se traduce en un dividendo de 1,40 euros por acción, frente a los 0,85 euros del ejercicio anterior, que se propondrá para su aprobación por parte de los accionistas en la junta general de accionistas del próximo 26 de abril.