El Gobierno ultima los detalles para modificar los objetivos del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC 2030) que presentó en 2020. Y es que, en poco más de dos años, el sector energético ha experimentado un vuelco radical, especialmente a raíz de la invasión rusa en Ucrania, y nada es como era.
Tanto es así que ha sorprendido el cambio de timón de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en materia de gases renovables. Un sector que apenas ocupaba espacio sobre su mesa y que ahora se ha convertido en protagonista con una convocatoria en el MITECO, a puerta cerrada, a todos los agentes implicados en su desarrollo.
Han participado asociaciones gasistas específicamente, como Sedigas, o AEBIG (Asociación Española de Biogás), GASNAM y FGER (Foro de los Generadores de Energía de Residuos), hasta el sector del agua como AEAS (Asociación Española De Abastecimientos De Agua Y Saneamiento) o EMASESA Metropolitana, la empresa metropolitana de abastecimiento de agua de Sevilla.
Incluso han estado presentes patronales del sector eléctrico, como AELEC, de la biomasa, como BIOPLAT (Plataforma Española de la Biomasa) y AVEBIOM (Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa), del petróleo (AOP) y los químicos con FEIQUE.
ENAGAS GTS, Naturgy y Aqualia, empresa especializada en la gestión del agua y participada por FCC, y otros sectores industriales como Airbus han sido las empresas invitadas además de patronales industriales, como ASCER (Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos) y ANAVE (Asociación de Navieros Españoles).
La representación social ha estado de la mano de la FEMP (Federación de Municipios), el sindicato agrario COAG y la organización ambientalista en defensa de la movilidad sostenible, Transport & Environment, además de la CEOE.
Por último, se ha dejado espacio al hidrógeno con la participación de AEH2, la Fundación del Hidrógeno de Aragón y CNH2 (Centro Nacional del Hidrógeno).
Un objetivo más ambicioso
Con esta reunión, el Gobierno espera recabar suficiente información para impulsar más este sector, con una tecnología que ya está en marcha y con un interés de los fondos de inversión cada vez más evidente.
"Se espera que el vago objetivo fijado para 2030, una producción de biogás de mínimo 10,41 TWh anuales, se amplíe porque según los últimos informes España podría ser la tercera potencia en generar biometano de Europa, solo por detrás de Francia y Alemania", dicen fuentes del sector gasista a las que ha consultado este diario.
Según el último informe de Sedigas, el biometano autóctono sustituiría el 45% de la importación de gas fósil, es decir, que se podrían producir 163 TWh de biometano en nuestro país, pero faltan las plantas para generarlo.
Su desarrollo podría haber supuesto un ahorro de unos 4.000 millones de euros a los consumidores en su factura energética en 2022, por la reducción de las compras a países terceros.
España cuenta actualmente con cinco plantas de producción de biometano procedente de la depuración del biogás, cuatro de ellas de reciente creación, pero compite con las más de 11.000 plantas en funcionamiento que ya hay en Alemania.
"Esperamos que el Gobierno dé a conocer el nuevo PNIEC para después de Semana Santa, y si sigue la línea de los objetivos europeos, al menos se proponga que se alcance el 10% de la demanda de gas total. Ahora supone un triste 0,4%", señalan las mismas fuentes.
Entre el 30% y el 50%
Para impulsar la incorporación del biometano, la Comisión Europea ha creado el programa ‘REPowerEU’. Su meta es que, para 2050, este combustible cubra entre el 30% y el 50% de la demanda futura de gas de la UE.
En mayo de 2022 Bruselas publicó un documento acompañando a ese plan REPowerEU que incluía una serie de posibles acciones para desbloquear el potencial del biogás y el biometano en todos los países de la UE.
Las acciones propuestas quieren dirigir la producción de biometano a partir de desechos y residuos, evitando el uso de alimentos y materias primas para piensos que conducen a problemas de cambio de uso de la tierra.
De hecho, para 2024, los países de la UE deberán recoger los desechos orgánicos por separado, lo que será una oportunidad para aumentar la producción de biometano sostenible y crear oportunidades de ingresos para agricultores y silvicultores.
"España tiene mucho trabajo por delante. Esperamos que la reunión con todos los agentes implicados suponga un empujón a un sector que podría crear hasta 62.000 empleos", concluyen las fuentes.