Las familias numerosas, en contra del recorte del bono social: "Pagamos más luz y gas que otros hogares"
Las facturas energéticas se tarifican por tramos, a mayor consumo más potencia contratada y más coste final.
17 marzo, 2023 02:43Las familias numerosas han desenterrado el hacha de guerra con el anuncio de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, de cambiar la regulación del bono social de electricidad y gas para introducir criterios de renta.
El Gobierno está "estudiando" una "mejora" en el bono social térmico para "evitar" que se beneficien de él "personas que no lo precisan y tienen ausencia de ética", tras conocerse que Enrique Ossorio, vicepresidente de la Comunidad de Madrid y poseedor de un patrimonio millonario, se había beneficiado de él.
Al ser familia numerosa, Ossorio no solo tiene derecho a solicitar el bono social térmico sino además, previamente, el eléctrico. Desde 2017, las familias con más de 3 hijos han podido descontarse un 25% del coste de la factura de la luz -desde octubre de 2021 hasta un 60%-, y un cheque de entre 25 euros y 90 euros mensuales para la calefacción desde 2018.
También la portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García, se beneficia de esta medida. Lo hace a través de su marido, quien también puede obtener esta ayuda.
Según los últimos datos facilitados por el Gobierno, en España el número de hogares acogidos al bono social eléctrico se sitúa algo por debajo de los 1,2 millones de suministros. Y como automáticamente se concede el bono social térmico, será una cifra similar, teniendo en cuenta que no todos los puntos de luz tienen suministro de gas.
"Cada familia numerosa vive una realidad muy diversa, y no siempre se puede definir por su nivel de renta", explica a EL ESPAÑOL-Invertia María Menéndez, vicepresidenta de la Federación Madrileña de Familias Numerosas.
Rocío y Mario, con 6 hijos
Rocío Serrano y su marido José Francisco Jerez son el ejemplo paradigmático de familia que podría dejar de cobrar el bono social térmico. "Nosotros somos ocho en casa, contándonos al matrimonio. Y yo estoy a favor de que la ayuda se cobre con independencia de la renta. Los que tenemos hijos también estamos colaborando a este país con la natalidad", explica la madre desde San Fernando (Cádiz).
Porque, a pesar de las muchas ayudas que reciben, las familias numerosas tienen otros muchos problemas. "Por ejemplo, nosotros, en Andalucía, no recibimos la reducción de familia numerosa en el IBI. Mi casa tiene 145 metros cuadrados y no cobramos la ayuda por pasarnos de espacio. No cuentan los hijos que tienen, sino el espacio. En eso salimos perjudicados", detalla.
Este mismo curso, Rocío, está indignada con las becas educativas. Su hijo mayor, Mario, con 17 años, no la ha recibido. "Sí lo hizo el año pasado y este... ¿por qué no?", se pregunta. Y lanza una petición al Gobierno y a los supermercados. "No tenemos ningún tipo de descuento para hacer la compra. Yo me gasto casi 1.000 euros al mes en alimentar a la familia y, sin embargo, no recibo nada", termina.
Tramos de potencia
"El problema es que, como somos muchos en casa, el gasto energético nos obliga a contratar más luz o más gas, con lo que subimos de tramo y pagamos más que un hogar medio", añade Menéndez. Es decir, "nos cobran más cara la energía que consumimos, y no sólo porque consumamos más que un hogar medio".
"Nuestras tarifas están en el tramo de consumos como si fuéramos un bar o una peluquería, y nosotros somos hogares, no empresas".
Los contratos de electricidad y de gas están organizados por tramos según la potencia contratada. A más consumo pico, se necesita más potencia para evitar lo que se conoce como que "salten los plomos".
Cuánto menos se usen los electrodomésticos, calefacción eléctrica, y aparatos que necesiten luz en general al mismo tiempo, menor será la potencia que se necesita contratar. Cuánto más alto sea el tramo de potencia eléctrica contratado, más hay que pagar al dar de alta la luz y en el término de potencia de la factura.
"En el hogar de una familia numerosa, al ser tantos, el consumo se dispara, porque si por ejemplo somos 10, aumenta el número de veces que ponemos la lavadora, o la cantidad de comida que tenemos que cocinar, las veces que nos duchamos, etc.", continúa María Menéndez.
"Eso hace que tengamos que asumir una factura más elevada, incluso aunque controlemos el consumo. Nos tienen que tratar como una realidad diferente a otras, y compensarnos con el bono social por el precio más alto que pagamos respecto a tramos inferiores".
Rentabilizar los recursos
Menéndez también quiere defender este modelo de familia. "Los hogares con muchos hijos somos mucho más sostenibles que otros, porque rentabilizamos los recursos más que un hogar con uno o dos miembros".
"Aún así, entendemos que es muy difícil baremar, y por eso, hay cierto debate dentro de la Federación Nacional de Familias Numerosas sobre cómo saber quién lo puede necesitar más o menos, que no siempre depende del nivel de renta, sino del número de hijos y de la situación personal de cada uno".
"De todos modos, no se debe ver el bono social energético como una prestación social, porque entendemos que está dirigida a los vulnerables con un límite de renta, sino una compensación por subirnos de tramo solo porque somos más", puntualiza.
En cualquier caso, María Menéndez quiere recordar que "no solo hay que hablar de que nos quiten el bono social energético sino de todas las ayudas que se suprimirán con la Ley de Familia". Y además, a veces los más vulnerables son los que menos ayuda reciben.
"Cuando te dan el bono social eléctrico, te llega una carta diciendo que automáticamente tienes derecho al cheque para el bono social térmico, y que si no lo quieres, tienes una semana para responder. Pero hay familias que lo hacen porque como están solicitando la Renta Mínima Vital, se salen de los requisitos económicos y prefieren decir que no, cuando es evidente que sí la necesitan", concluye.