La empresa estadounidense de servicios petroleros Baker Hughes cerró el primer trimestre de 2023 con un beneficio neto atribuido de 576 millones de dólares (525,7 millones de euros), ocho veces más que las ganancias de 72 millones (65,7 millones de euros) del mismo periodo del año pasado, según ha informado este miércoles la empresa.
Entre enero y marzo, la facturación de la compañía fue de 5.716 millones de dólares (5.217 millones de euros), un 18,2% más que en el primer trimestre de 2022. Por segmentos de negocio, los servicios para campos petrolíferos y equipamientos se anotaron 3.577 millones de dólares (3.265 millones de euros), un 18,6% más, mientras que el área industrial y energética facturó un 17,6% más, hasta los 2.138 millones de dólares (1.951 millones de euros).
Al cierre del primer trimestre, Baker Hughes registró nuevos pedidos por valor de 7.632 millones (6.965 millones de euros), un 11,6% más que en el mismo periodo de 2021.
Por otro lado, la empresa contabilizó unos costes asociados a los ingresos de 4.567 millones (4.168 millones de euros), un 18,2% más, al tiempo que los gastos de venta, generales y administrativos se situaron en 655 millones (597,8 millones de euros), un 5,5% más.
De esta forma, la empresa obtuvo un resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado de 782 millones de dólares (713,7 millones de euros), lo que supuso una mejora del 25,1%.
"Aunque 2023 empezó con algunas inestabilidades macroeconómicas, somos optimistas con las perspectivas del sector energético y de Baker Hughes", ha dicho el presidente y consejero delegado de Baker Hughes, Lorenzo Simonelli.
"Continuamos creyendo que el actual entorno permanece siendo único por el ciclo de gasto, que es más duradero y menos sensible a los altibajos de los precios de las materias primas. Además, otra característica notable de este ciclo es el giro al gas natural y su versión licuada", ha añadido.