La paradoja del exceso de sol en España: la sequía arruina el campo mientras triunfa la producción fotovoltaica
Se están alcanzando máximos históricos de producción solar al tiempo que amenaza una de las peores sequías que se recuerdan.
30 abril, 2023 03:24La producción solar fotovoltaica sigue alcanzando cifras de récord mes a mes, mientras España se seca. Según las previsiones de producción de REE en estas últimas semanas, la fotovoltaica sigue su línea ascendente, situándose ya como la tercera tecnología que más aporta al mix eléctrico, solo por detrás de la eólica y la nuclear.
Y abril se convertirá en el mes en que más electricidad se habrá generado desde que esta existe en el mix, con la línea de los 31.000GWh generados en los últimos 12 meses.
La paradoja es que ese exceso de sol que permite subir a cotas de producción eléctrica solar nunca vistas también ha traído una sequía sin precedentes. Un estudio del Centre de Política de Sòl i Valoracions (CPSV) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) constata que los días de verano han pasado de 90 a 145 en los últimos 50 años en España, alargándose dos meses.
España vive la primavera más seca de los últimos 15 años, según la AEMET, con temperaturas en abril propias del mes de julio. Durante el mes de abril tenemos temperaturas más propias del mes de julio, lo que está provocando que los embalses se encuentren en mínimos para la época del año.
Para la predicción del próximo trimestre, esta agencia señala que las temperaturas estarán en el promedio normal o serán algo más cálidas en el conjunto de España, especialmente en el este y en ambos archipiélagos. Sin embargo, se espera un patrón meteorológico similar, es decir, de tiempo estable y seco excepto en el norte. Incluso han llegado a decir que este fenómeno de altas temperaturas se ha duplicado en una década y han vaticinado que "en 30 años, un verano como el del año pasado será lo normal".
65 GW en 2030
A día de hoy, España suma ya una capacidad fotovoltaica instalada de 20 GW (20.324 MW), con cifras actuales de REE. Pero desde la asociación fotovoltaica UNEF se pide una actualización del PNIEC (Plan Nacional de Energía) para llegar a los 55 y 65 GW de potencia instalada en plantas en suelo, con un objetivo adecuado de almacenamiento. Y la generación fotovoltaica del pasado viernes, 28 de abril, ya asciende al 16% de participación, con 115 GWh, acercándose a la de la eólica con 124 GWh.
En las redes sociales se debate sobre el futuro del campo español y si se están abandonando zonas agrícolas para colocar paneles solares, lo que ahondaría en la problemática del sector primario.
"El terreno agrícola abandonado es 18 veces superior al que necesitarán los 63 GW de fotovoltaica planificados para 2030. Casi el triple de lo que hay hoy", dice el experto en energía Xavier Cugat. "Las renovables no nos van a dejar sin comida aunque se pongan todas en terreno agrícola".
Pero mientras desde el sector fotovoltaico se asegura que su impacto es insignificante, dado que en el escenario más agresivo no coparían ni el 1% de la superficie agrícola del país, desde organizaciones sectoriales y ecologistas advierten de que puede poner en peligro la soberanía alimentaria nacional.
Embalses por debajo del 50%
Y es que se está viviendo una sequía que azota a España y amenaza la actual producción agrícola. Los agricultores del sector del cereal y los intermediarios que comercian sus productos al por mayor están siendo los más damnificados por un cóctel meteorológico que combina falta de lluvias con unas temperaturas inéditas para los meses de marzo y abril.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos asegura que este año prevén pérdidas de 9 millones de toneladas en la cosecha del cereal, más del 50% de los 21 millones que se cosecharon el año pasado. COAG cree que los agricultores podrían llegar a perder 500 euros por hectárea y 300 euros por cada tonelada de cereal, aunque otras asociaciones aumentan el varapalo a los 900 euros y auguran que habrá muchos labriegos que se quedarán, directamente, sin cosecha.
Según el último informe realizado por la Universidad Loyola Andalucía, a nivel sectorial el gran perdedor con esta sequía es el sector agrícola, con un impacto en términos del PIB del 42,49%, resultado esperado, pues es el sector más intensivo en uso de agua.
También se ve afectada la producción alimenticia, de bebidas y tabaco manufacturado, con una caída del 4,25% en términos de PIB. Estas industrias requieren de altos niveles hídricos en su proceso productivo y dependen de bienes intermedios del sector primario, generando efectos indirectos.
El exceso de sol que tanto agradece el sector fotovoltaico seca el campo para producir alimentos, pero las causas hay que buscarlas en el cambio climático, precisamente provocado por la quema de combustibles fósiles para producir energía, que es con lo que las energías renovables pretenden acabar.