Desde que se derogara el "impuesto al sol" en 2018, la fiebre por el autoconsumo ha sido imparable. Desde entonces, la potencia anual instalada ha crecido a un ritmo medio superior al 90% cada año. En total, la potencia instalada de autoconsumo en España a finales de 2022 ascendía a 5.211 MW.
La progresiva eliminación de las barreras administrativas y los incentivos locales han empujado a lanzar modelos de negocio más o menos originales con un mismo objetivo: instalar paneles solares sobre tejados para autogeneración eléctrica.
Autoconsumo rural colectivo de Contigo Energía, el Netflix del autoconsumo de Otovo, Estrellas, planetas y satélites de la empresa Barter, Baterías virtuales de Próxima Energía, La Revolución de los Tejados de Holaluz, o Autoconsumo en Remoto de Comunidad Solar son solo algunos ejemplos. Las ofertas se multiplican mientras se siguen sumando instaladores a las más de 400 empresas que están reconocidas en el sector.
La invasión de Ucrania generó una gran incertidumbre y disparó los precios eléctricos hasta niveles nunca vistos, lo que empujó a que tanto hogares como empresas e industrias vieran en el autoconsumo una salida a la ruina económica.
Sin embargo, según un informe de Ezzing, "el autoconsumo fotovoltaico ha frenado su crecimiento en el primer trimestre de 2023 por la pérdida de capacidad económica de las familias", aunque también por la caída del precio eléctrico en el mercado mayorista al aumentar la generación solar.
Aún así, esta energytech 100% española considera que se superará el objetivo para 2030. "A día de hoy la meta más realista es igualar el crecimiento del año anterior, cuando se realizaron instalaciones capaces de generar 2,5 GW de potencia para alcanzar los 5,2 GW en el conjunto de España”, dijo en su momento Alberto Cortés, CEO y cofundador de Ezzing.
Negocio y marketing
Con el boom de este sector, se ha disparado el número de empresas que se han creado, aterrizando desde diferentes puntos del planeta (sobre todo de países europeos). Todas ellas han abierto un abanico de ofertas que hacen posible que salgan los números para todo tipo de consumidores.
De hecho, en 2022, solo en el sector residencial se habrían instalado en torno a 200.500 instalaciones con autoconsumo en España, según los datos registrados por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). Aún así, el sector que más ha incrementado su porcentaje de instalación, del 41% al 47%, fue el industrial.
El número de compañías que ofrecen soluciones fotovoltaicas y comercializan instalaciones ha crecido junto con la demanda de los usuarios, confirma Ezzing. El sector se ha liberalizado y cuenta con actores de todos los tamaños que permiten conocer el potencial de generación de una empresa, comunidad de vecinos o vivienda particular de forma sencilla. La digitalización del sector ha permitido agilizar la realización de estudios de viabilidad, la tramitación de permisos o la venta de instalaciones.
Autoconsumo en Remoto
La última oferta en presentarse ha sido la de la compañía energética española Comunidad Solar, que ha lanzado un autoconsumo remoto para la gente que vive en pisos (el 65% de la población en España).
El modelo que ofrecen es un PPA (power purchase agreement o contrato bilateral de compraventa de energía) para hogares, una figura que ya existen en el mercado desde hace años pero que normalmente se firma entre empresas.
Su plan es que las familias que viven en un piso y no tienen superficie para instalar paneles en sus tejados accedan a un contrato a largo plazo (30 años) que les permita consumir la energía que se produce en parques solares y una central hidráulica de la compañía, situados en Murcia y Palencia, respectivamente.
La comercializadora eléctrica de Comunidad Solar vierte a la red eléctrica la energía que generan las placas solares y la turbina hidráulica del usuario en las instalaciones remotas, y le suministra la misma cantidad de energía a su vivienda o local comercial.
"El ahorro en la factura de la luz es visible desde el primer mes y el valor de los excedentes energéticos que se puedan generar se acumula en una batería virtual para descontarse en las facturas de meses posteriores. En el caso opuesto, si el consumo en local comercial o vivienda excede la cantidad de energía generada en remoto, la compañía suministra dicho excedente al precio del mercado regulado", señalan en un comunicado.
Pronto habrá más modelos alternativos a los ya conocidos. Figuras como el gestor de autoconsumo compartido o figuras como la plataforma Ezzing ZWAT (de Ezzing) que busca catalizar el número de instalaciones fotovoltaicas, son solo los primeros en llegar a un mercado que está en plena ebullición.