Berkeley Minera España estima que tiene el potencial de construir sus instalaciones en Retortillo (Salamanca) en menos de 24 meses y considera que, en ese periodo de tiempo, la mina sería capaz de suplir totalmente la importación de uranio procedente de Rusia e incluso de otros países con gran inseguridad jurídica.
En un comunicado, la empresa aseguró que su proyecto de una mina de uranio en Retortillo, actualmente paralizado por decisión del Gobierno, "garantizaría y apoyaría la independencia energética nuclear de España (del consumo total de energía en España, el 20% procede de la nuclear)". Y además, "permitiría cubrir la totalidad del combustible para las centrales nucleares españolas durante los próximos 20 años".
El presidente de Berkeley Minera España, Francisco Bellón, indicó que el proyecto debería estar revisado y tener en cuenta las aclaraciones que se han proporcionado al Ministerio. Y eso es así, "al estar técnicamente completado y financiado", de hecho, se garantizaría la independencia energética de uranio para el suministro de las centrales nucleares nacionales, que con la Ley actual estarán activas hasta 2035.
Según datos de 2021 publicados por Enusa, España importa un 29,1% de uranio de Rusia, un 34,4% de Kazajistán y un 14,6% de Uzbekistán, además de un 12,6% de Canadá y un 9,3% de Níger.
Las centrales nucleares españolas consumen 1.260 toneladas de uranio en un año, lo que supone la compra de uranio por valor de aproximadamente 145 millones de dólares (unos 133,2 millones de euros), que Berkeley señaló que podría abastecer en 2026.
Una cuestión ideológica
La firma señaló que la Comisión Europea reconoce la nuclear como energía verde, por lo que Bellón aseguró que la decisión de vetar el proyecto de Retortillo "es una cuestión meramente ideológica".
"No hay ninguna justificación, ni siquiera técnica o medioambiental", dijo.
En este sentido, la compañía se ha mostrado dispuesta a "colaborar y mantiene la esperanza de que la controversia pueda resolverse de forma amistosa mediante rápidas negociaciones".
El pasado mes de febrero, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico desestimó el recurso administrativo interpuesto por Berkeley contra la desestimación por parte de este mismo departamento de la autorización de construcción de la planta de concentrado de uranio como instalación radiactiva en el proyecto de Salamanca.
El gabinete dirigido por Teresa Ribera ya había rechazado en noviembre de 2021 el proyecto 'NSC II' tras recibir un informe desfavorable para la concesión emitido por la Junta del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en julio de ese mismo año.
A finales del año pasado, Berkeley Energía ya abrió la puerta a presentar un arbitraje contra el Gobierno de España por la situación de bloqueo en la que se encuentra su proyecto.