España tiene la intención de ampliar su meta de reducción de emisiones de CO2 del 23% al 30% en el nuevo PNIEC que se presentará a Bruselas antes de final de junio según se ha filtrado a algunos medios. Sin embargo, hasta que haya más renovables, más eficiencia y más electrificación en sectores difusos, su éxito dependerá de cómo sea el año hidrológico, es decir, de cuánto llueva cada año.
"Me parece un objetivo esperable con lo que el Gobierno ya estaba anticipando", ha dicho a EL ESPAÑOL-Invertia Pedro Linares, director de la Cátedra BP de Energía y Sostenibilidad de la Universidad Pontifica de Comillas.
"Sin embargo, es complicado llegar al 30% porque la clave no está solo en incrementar la esperable potencia renovable. Es necesario que se respalde con almacenamiento, para que se reduzca el consumo de gas o electrificar otros sectores como la industria y el transporte".
Incluso así lo ve difícil de conseguir. "Hay que tener en cuenta que la reducción toma como referencia las emisiones de 1990 y España tuvo su pico máximo de emisiones en 2005, por lo que el objetivo del 23% en realidad supone un 47%", señala. "No tenemos que reducir en más de la mitad las emisiones actuales, sino las de 2005. Las actuales ya han bajado mucho desde 2005", incide.
El experto en energía señala, además, que "el sector eléctrico es responsable de menos del 25% del total de las emisiones -dependiendo de si el año hidrológico es muy seco y no hay mucha generación hidráulica-. De hecho, tanto en el 2019 como en el 2022 ya se bajó al 15%".
Almacenamiento o sobreinstalación
Linares señala que, para reducir las emisiones, hay que desplazar el gas y electrificar otros sectores como el industrial o el transporte. "Según nuestros cálculos, si conseguimos un 75% de penetración de renovables, apenas hay que aumentar la capacidad de almacenamiento (baterías y bombeos hidráulicos), pero si queremos que sea el 100%, el crecimiento sería exponencial".
La opción de sobreinstalar renovables es factible pero las hace muy caras. "La lógica empresarial desincentivaría esa opción, porque en determinadas horas habría muchos más vertidos, es decir, electricidad que no se utilizaría o se pagaría a precios mínimos", concluye el experto.
"Para reducir emisiones se tiene que dar una combinación de factores. Como la incorporación de renovables y eficiencia energética, e incluso la posibilidad de captura de CO2", apunta a este diario Óscar Barreiro, socio responsable de Energía Utilities de Consulting en PwC.
"Cuando conozcamos los detalles del nuevo PNIEC veremos si el mayor peso de ese incremento de reducción de huella viene de los sectores ETS o de los difusos (edificios, transporte) o quien está asumiendo más parte de ese nuevo esfuerzo", subraya.
Impacto en el mercado de CO2
"En relación con el esquema de comercio de derechos de emisión EU ETS, esta noticia no debería tener un gran impacto en el precio. España es solo un integrante más dentro de los 27", señala a EL ESPAÑOL-Invertia Ignacio Belenguer, trader de VERTIS, una consultora de commodities medioambientales.
"Son de mayor relevancia para el precio otros factores o medidas como la actividad industrial de nuestras empresas, la recuperación de la actividad en la aviación, la inclusión del sector marítimo de forma gradual en los próximos meses o el Impuesto al Carbono en Frontera (CBAM por sus siglas en inglés)", añade.
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"Las actuaciones en la Reserva de Estabilidad de Mercado o la financiación del paquete RePower EU mediante las subastas adicionales de derechos de emisión también son importantes", remarca.
"Para conseguir una mayor ambición en la reducción de emisiones, para que contaminar sea más caro, habría que reducir la asignación libre de derechos de emisión, lo cual hará que suban los precios", explica por su parte Luis Villar, consultor especializado en transacciones de M&A, servicios de asesoramiento financiero y de mercado en el sector renovable.
"En el sector eléctrico, el mayor coste de generación con gas (y lo poco que queda ya de carbón) subiría los precios de la electricidad y el valor de las garantías de origen (GDO)".
Mayor ambición, un 55%
Para Greenpeace, el objetivo del 30% se queda corto. Proponen al Gobierno español que sea más ambicioso y se establezca una reducción del 55% con respecto a 1990, y un plan de emisiones netas cero en 2040.
"Simplemente con la incorporación al sistema de todos los gigavatios renovables que se prevén construir en España se llegaría sin dificultad a ese objetivo del 30%", explica a EL ESPAÑOL-Invertia José Luis García Ortega, responsable de la campaña de Energía de Greenpeace.
"Con el cierre del carbón hay un buen colchón y con las renovables desplazando al gas es posible. Algo se está empezando a notar, pero todavía queda mucho por hacer. Nuestra propuesta es que es posible ambicionar el objetivo de reducción del 55% si, además, se reduce el consumo de combustibles fósiles en transporte e industria", resalta.
Y la organización ambientalista propone algunas medidas como el Billete único "que incentivará el uso del transporte público", la electrificación de la industria y la eficiencia energética, entre otras.