La seguridad energética, después de la crisis energética provocada por Rusia, ha provocado que en el 'paquete de primavera' aprobado por Bruselas hace unas semanas, se busque la sustitución del gas natural, necesario para la industria y las calefacciones, por biometano, que puede ser autóctono europeo.
El objetivo es que la producción autóctona de biometano supere los 35.000 millones de metros cúbicos (35 bcm) por año para 2030, y una parte muy importante podría producirse en España, cerca del 13% del total europeo.
"Es muy relevante que, por primera vez, se haya incluido una mención específica al potencial español en biometano como palanca estratégica para la transformación de nuestro sistema energético y la descarbonización de nuestra economía", señalan a EL ESPAÑOL-Invertia fuentes de Sedigas, la patronal del sector gasista español.
"Es más, es muy significativo que, en el momento actual de actualización del PNIEC (Plan Nacional de Energía y Clima), la propia Comisión apele a establecer objetivos más ambiciosos y alineados con la capacidad potencial que atesora nuestro país", añaden.
De hecho, según los cálculos de Europa, se situaría en aproximadamente 4.100 millones de metros cúbicos/año (4,1 bcm) o 47,7 TWh que coinciden justo con reemplazar hasta el 13% de la demanda actual de gas en nuestro país. La demanda de gas natural en España en 2022 superó los 31 bcm o 364,3 TWh.
El PNIEC y el biometano
En el plan que se aprobó en 2021 se establecía un objetivo país para 2030 de producción de biogás de mínimo 10,41 TWh anuales, lo que suponía multiplicar por 3,8 veces la producción del año 2020.
Sin embargo, Europa cree que España tiene la capacidad de hacerlo por más de cuatro. Incluso hasta la propia patronal ha sido menos ambiciosa que Bruselas y ha pedido al Gobierno que se sitúe en un 10% el objetivo sobre el consumo de gas natural para 2030.
Según el ‘Estudio de la capacidad de producción de biometano en España’, elaborado por Sedigas, en colaboración con PwC y la consultora especializada Biovic, nuestro país atesora una capacidad de generación estimada de 163 TWh de este recurso renovable y autóctono, equivalentes al 45% de la demanda anual de gas natural nacional.
El segundo respaldo de Sedigas ha sido a través de Eurogas, la asociación europea que aglutina a unas 70 empresas y asociaciones entre mayoristas y minoristas de gas y distribuidoras.
Apoyo industrial
Junto con 16 asociaciones industriales y 17 empresas del sector del gas y del biometano han pedido a los representantes de todos los estados miembros de la UE la inclusión de ese objetivo de producción de 35.000 millones de metros cúbicos (35 bcm) de biometano/año en 2030 pero de manera vinculante.
"Este objetivo es fundamental para contribuir a apoyar la autonomía energética estratégica y los objetivos climáticos de Europa, porque mejora la seguridad de suministro al permitir la sustitución del 20% de los volúmenes de gas natural importados de Rusia antes de la guerra", recuerda Sedigas.
Además, "apoya el despliegue de una tecnología madura basada en Europa y evita la creación de nuevas dependencias respecto de materias primas críticas procedentes de fuera de la UE, y también facilita la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para los edificios, la industria y la movilidad tanto terrestre como marítima".
Por último, la patronal gasista advierte de que es el mejor camino para "apoyar la competitividad de las industrias intensivas en energía e incentiva el desarrollo de la capacidad de producción necesaria para procesar de una manera eficiente las diferentes tipologías de residuos".
Se refiere tanto los agrícolas como los de origen ganadero, o los generados por la industria agroalimentaria o las estaciones de depuración de aguas residuales.
El mercado mundial de biometano en el año 2012 está valorado en 2.110 millones de dólares (1.970 millones de euros) y se prevé que alcance los 4.170 millones de dólares (3.893 millones de euros) para el año 2031 a un crecimiento anual compuesto del 8,1% durante esos años.