Ya ha comenzado la cuenta atrás para las Elecciones Generales del 23 de julio. Un mes en el que se juega todo a dos cartas: o el bloque de la derecha o el bloque de la izquierda. Y mientras en un lado todo apunta a que seguiría en su puesto la actual vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, no ocurre lo mismo con el otro.
"Lo primero sería despejar quién sería el responsable de política energética. No hay nadie designado", señalan fuentes del sector de las grandes energéticas a EL ESPAÑOL-Invertia.
"No creo que lo sepa ni el candidato a sustituir a Pedro Sánchez. Esa es la realidad", apuntan otras fuentes de estas compañías a este diario. Sin embargo, recuerdan que "suele haber relaciones habituales con todos los partidos, así como coincidencia en eventos públicos en los que se establecen relaciones".
Las quinielas se han disparado en las últimas semanas sobre quién podría estar en la cabeza del presidente popular, Alberto Núñez Feijóo. Pero nadie apuesta por el que ha sido el portavoz y la cabeza más visible de su grupo parlamentario en materia energética: Guillermo Mariscal.
Incluso, ni cuando apareció este miércoles en lugar de su compañero de filas Juan Diego Requena en un debate político organizado por UNEF con motivo de su Asamblea Anual.
Requena era el que estaba convocado para participar y finalmente fue sustituido por Mariscal, quien destacó ante más de 600 empresas del sector fotovoltaico "la oportunidad que supone la energía fotovoltaica para mejorar y potenciar la capacidad de influencia en el estado europeo".
Y es que el actual diputado y portavoz del grupo popular en la Comisión para la Transición Ecológica del Congreso se ha caído de su habitual puesto como número uno de la lista del PP por Las Palmas y ha descendido hasta el número dos, por detrás de Jimena Delgado.
Último plan del PP
"Más importante que saber quién será el futuro ministro de Energía, es saber qué quieren hacer en caso de llegar a La Moncloa. Inversores, empresas y consumidores necesitan saber hacia dónde vamos en política energética", continúan las mismas fuentes.
En septiembre pasado, Juan Bravo, vicesecretario de Economía del PP, presentó una batería de medidas para hacer frente a la crisis energética a corto, medio y largo plazo. Era el 'Plan de Rescate Energético para Familias y Empresas' y coincidió con la alerta creada por la crisis energética y la subida histórica de los precios de la luz y el gas.
Sin embargo, además, ya incluía propuestas como alargar la vida útil de las centrales nucleares; crear una autoridad independiente de control del sector, al estilo de AIReF (para finanzas), y un incentivo para bajar aún más la fiscalidad de las facturas de luz y gas si hubiera una reducción de consumo.
El plan se desgranaba en ocho epígrafes, 59 apartados y "múltiples propuestas" de las que muchas coincidían con las hechas por el Gobierno, como retomar la construcción del gasoducto Midcat (que ahora se ha enterrado para dar paso al H2Med), incentivar la rehabilitación energética en edificios o desarrollar el hidrógeno verde.
"Nuestro plan quiere seguir las pautas de Bruselas que defienden la 'voluntariedad' de las medidas adoptadas frente a la 'obligatoriedad' impuesta por el Gobierno con su Plan de Contingencia", explicaba Bravo hace meses.
En cuanto a la creación de una 'AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) energética', apuntaba que estaría compuesta por responsables de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), del CSN (Consejo de Seguridad Nuclear) y de REE (Red Eléctrica de España).
Ahora falta que actualice ese plan, adaptándose a la nueva realidad energética. Una actualización que el sector energético espera saber lo antes posible.