Iberdrola ha cerrado una emisión de bonos verdes a diez años en el euromercado por un importe total de 850 millones de euros, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La compañía ha acudido al mercado de renta fija en Europa, como ya hiciera en marzo y noviembre del año pasado, cerrando de nuevo con éxito una operación de deuda senior. La transacción se ha realizado en formato verde, como es ya norma habitual en el Grupo, y ha destacado por su buena acogida entre los inversores.
Con una fuerte demanda que ha superado los 2.000 millones de euros, el margen de crédito ha quedado fijado en 60 puntos básicos sobre la referencia correspondiente (midswap a ese plazo de diez años), un nivel muy estrecho que ha permitido fijar un cupón del 3,625%.
La compañía realiza así su segunda operación pública en lo que va de año, antes de presentar los resultados del primer semestre y tras los bonos híbridos que emitió en enero.
Las buenas condiciones obtenidas ponen de manifiesto la solidez y robustez de la solvencia de Iberdrola, así como la confianza que los inversores siguen depositando en ella. Algo que ya se manifestó en las últimas operaciones de noviembre de 2022 y enero de 2023, tras la buena acogida que tuvo la actualización del plan estratégico para el período 2023-2025.
En emisión han participado 142 inversores, distribuyéndose la colocación en Francia (34%), Alemania-Austria (21%), BeneLux (17%), Reino Unido (16%) y otros países europeos (12%).
Los bonos verdes suelen generar una mayor demanda y un menor coste, dado que al interés de los inversores habituales se añade el de los inversores socialmente responsables. Una mayoría de la operación (87%) se ha colocado entre inversores ESG, por lo que Iberdrola continúa diversificando su base inversora y ampliando la demanda, lo que mejora la ejecución de estas operaciones en momentos difíciles de mercado.
Los fondos obtenidos se destinarán a Activos Elegibles Verdes, tal y como se definen estos en el Marco de Financiación Verde de Iberdrola.
En la colocación han participado ocho bancos: Barclays, Citi, Crédit Agricole, Deutsche Bank, Goldman Sachs, Sumitomo, JP Morgan y Unicaja-Kenta Capital, en un contexto de mercado menos volátil tras la mayor certidumbre respecto al nivel de los tipos de interés terminales en las distintas economías, aunque aún complejo.
Esta operación le permite reforzar su ya confortable posición de liquidez, a unas excelentes condiciones y en un buen momento de mercado, con los tipos terminales muy cercanos, a la vez que ofrece a los inversores la posibilidad de participar en una operación senior de Iberdrola en la primera parte del año.
Con esta nueva emisión, la compañía presidida por Ignacio Galán continúa afianzando su liderazgo en financiación sostenible, con más de 50.000 millones de euros de volumen en operaciones vivas, de los cuales cerca de 18.500 millones de euros son bonos verdes (incluyendo esta nueva operación de 850 millones de euros).