El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha considerado que el borrador de Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) presentado por el Gobierno a finales de junio como 'hoja de ruta' para la descarbonización a 2030 es "muy ambicioso".
Y dentro de esos objetivos, se ha abierto a negociar prolongar la vida útil de las centrales nucleares.
En una conferencia con analistas para presentar los resultados del primer semestre, Galán señaló que la compañía ha sido "pionera" a la hora de invertir en renovables, redes y almacenamiento. Sin embargo, reconoció que hablar de construir más de 10.000 megavatios (MW) al año, cuando los ritmos actuales son de unos 5.000 MW, es "muy ambicioso".
Así, subrayó la importancia de conocer los niveles de demanda eléctrica que serán necesarios para abordar la descarbonizacion de la economía, ya que "si no hay demanda no se van a construir renovables".
"Primero se requiere una demanda de renovables, y si no hay demanda, en segundo lugar, las inversiones no se van a realizar. Eso está claro", dijo.
Por ello, indicó que se debe partir de saber "cuál va a ser la generación de la demanda, cuál va a ser el estímulo para poder descarbonizar muchos segmentos o muchos sectores para poder suministrar esta electricidad generada de esta manera".
"Ya sé que es difícil de hacer, pero lo que habrá que analizar en más detalle es ver de qué manera va a crecer la demanda y ver cuáles son las medidas que habrá que implantar para que podamos descarbonizar los diferentes de segmentos y para que la oferta pueda encajar con la demanda", añadió al respecto.
Interconexiones y almacenamiento
Asimismo, consideró que la reforma del mercado eléctrico en la que trabaja Bruselas ya insiste en la necesidad de "tener más redes" para conectar esa mayor capacidad renovable, así como de dar "más claridad acerca del almacenamiento".
"Estas son las áreas que tenemos que contemplar y estoy seguro que durante el proceso de diálogo que se va a mantener en los próximos meses se van a mejorar estas áreas", apuntó.
También ha hecho referencia al parque nuclear en España, para el que se acordó un calendario de cierre desde 2027 -con el inicio con el primer ciclo de Almaraz- hasta 2035 -siendo la última en cerrar Trillo-. Galán estimó que alargar su vida útil respecto a lo previsto es algo que "técnicamente es posible, mientras que económicamente se trata de una cuestión de negociar las cosas".
Ha recordado que en España se firmó por las propias empresas propietarias de estas nucleares un protocolo para su cierre ordenado, que "se trata de algo que queremos respetar". Sin embrgo, se podría ampliar su plazo de funcionamiento "con alguna que otra inversión", para lo que se "tendrían que renegociar las condiciones para hacer que se pueda conseguir su plena viabilidad".
"Más tranquilo"
"Entonces yo creo que técnicamente y económicamente hablando es posible, se trata de una cuestión de negociar. Además, en lo que respecta al sistema, bueno, digamos que yo me sentiría mucho más tranquilo si existen que si no existen", señaló, recordando, eso sí, que no corresponde a las empresas elaborar la política energética.
En este sentido, añadió que en otros países lo están haciendo y que corresponde al operador del sistema analizar "si es necesario para la estabilidad del sistema".
Respecto a las pasadas elecciones generales del 23 de julio en España, Galán consideró que ahora se abre un proceso que llevará unos meses hasta la constitución de las Cámaras y la elección del presidente del Gobierno. Sin embargo, consideró que, de haber un cambio en el Ejecutivo, las normas en materia energética se dictan desde Bruselas para toda la Unión Europea.
"Yo creo que las normas que se van a aplicar en España serán las normas que se están definiendo en Europa, y de hecho yo creo que España ya ha lanzado una propuesta en este sentido y no solamente la Comisión Europea ha concretado un marco sino también el Parlamento Europeo también ha obrado de una manera similar", afirmó.