Unir ecología y música es una tendencia ascendente, como pone de manifiesto el Movimiento Green Touring. Cada vez son más artistas los que se están sumando a la nueva ola que busca reducir la huella de carbono en sus giras. El desarrollo de estrategias sostenibles se está convirtiendo en prioridad para artistas como Coldplay, Maroon 5, Billie Eilish o Shawn Mendes.
CO2 Revolution, la start up dedicada al cálculo y compensación de huella de carbono a través de la reforestación, estima el impacto en el medio ambiente de la celebración de festivales de música en verano del 2023 en España. Medio centenar son los festivales más destacados celebrados en la geografía española.
Según el CEO de CO2 Revolution, Juan Carlos Sesma, “se debe apoyar a los artistas en la planificación de giras ecológicas desde los diferentes medios relacionados con el sector”. En este sentido, la compañía reserva más de 100.000 toneladas de sus bonos de carbono para compensar la huella de carbono de eventos musicales en España. La creación de bosques cómo solución en la compensación de huella carbono y lucha contra el cambio climático se convierte en una pieza clave del Movimiento Green Touring.
Según Sesma, para calcular la huella de carbono de eventos masivos como festivales de música entrarían en juego factores como la energía requerida para la iluminación, climatización y otros sistemas, así como el transporte empleado para acudir.
Para compensar la huella de carbono de un festival de música de dos días de duración, al que acuden 20 grupos de música y 40.000 asistentes, se estima que se generen 5.000 toneladas de CO2. De esta cantidad, el 20% sería procedente de emisiones directas (residuos propios generados, montaje del evento, energía generada in situ…) y 80% de emisiones indirectas (transporte de proveedores y asistentes, residuos generados en el evento, productos comprados o utilizados…).
Sobre dicho escenario, los expertos de CO2 Revolution han calculado que para compensar la huella de carbono de este evento tipo se necesitarían plantar 20.900 árboles aproximadamente a una densidad de plantación de 1.100 pies/ha. Al final del periodo de permanencia de este bosque, el cual se estima en 40 años, se tendrá una densidad de 900 p/ha, lo que corresponde a 17.100 árboles. Estos árboles habrán absorbido tras cuatro décadas las 5.000 toneladas necesarias para compensar la huella de este evento.
CO2 Revolution ha presentado para dicho cálculo lo que sería el bosque idóneo para la plantación de esta cantidad de árboles. Se propone un mix de especies propias de un bosque mediterráneo propio de la región, formado por 50% Pinus halepensis, 20% Quercus ilex, 10% Celtis australis, 10% Juniperus oxycedrus, J. communis y 10% Juniperus phoenicea.
La reforestación es actualmente una manera óptima de compensar la huella de carbono que no puede reducirse por otros medios. De este modo, para compensar grandes eventos mediante toneladas a ciclo completo se podrían plantar desde 170 árboles de Populus nigra hasta casi 4.000 de Pinus halepensis o 2.300 de Quercus faginea (todo ello con factor de absorción a 35 años).
La elección de las especies se realiza priorizando aquellas que son autóctonas y siempre con respeto por la biodiversidad de la zona. También se tienen en cuenta factores como la climatología o las características del terreno a la hora de reforestar.