El precio medio de los carburantes ha encadenado su séptima semana consecutiva de subidas, lo que ha llevado al litro de gasolina a superar la cota de los 1,7 euros y al del gasóleo a rebasar los 1,6 euros.
En concreto, la gasolina se ha encarecido esta semana un 1% con respecto a hace siete días, para situarse en los 1,709 euros por litro, su valor máximo en lo que va de 2023 y el más alto desde finales de noviembre, aunque entonces estaba vigente la subvención de 20 céntimos por litro implantada por el Gobierno por la crisis por la guerra en Ucrania.
Así, habría que remontarse hasta principios de agosto del año pasado para encontrar un nivel más alto para el precio del litro de este combustible teniendo en cuenta la bonificación del Ejecutivo que estuvo vigente hasta finales de 2022.
Por su parte, el precio medio del diésel también encadena siete semanas consecutivas de subidas, con un encarecimiento del 0,94% en la última semana, para alcanzar los 1,601 euros el litro, un nivel que no marcaba desde la penúltima semana del pasado mes de febrero, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea recogidos por Europa Press.
Desde inicios de julio, cuando se inició esta nueva espiral alcista en los precios de los carburantes, el litro de gasolina acumula un incremento en su precio del 7,34%, mientras que el de gasóleo suma un encarecimiento del 11,3%.
Con estos nuevos repuntes, el precio de ambos carburantes se consolida ampliamente por encima de los niveles a los que ascendían antes del estallido de la guerra de Ucrania por la invasión rusa que comenzó el 24 de febrero de 2022 y que, en el caso del diésel, era de 1,479 euros por litro, y, para la gasolina, de 1,594 euros por litro.
No obstante, ambos carburantes se mantienen todavía lejos de los máximos que tocaron hace más de un año, cuando en julio la gasolina alcanzó los 2,141 euros y el gasóleo los 2,1 euros.
Llenar el depósito
Con los precios actuales, el llenado de un depósito medio de 55 litros de gasolina asciende actualmente a unos 94 euros, frente a los 87,3 euros -unos 6,7 euros más- que costaba a estas alturas del pasado año, incluyendo el descuento de 20 céntimos por litro que estaba vigente hace un año.
En el caso del gasóleo, el llenado de un depósito medio de 55 litros supone actualmente unos 88 euros, apenas 30 céntimos menos que los 88,3 euros que costaba en el mismo periodo de 2022.
El año pasado, por la escalada en el precio de los carburantes por la crisis energética provocada por el conflicto bélico, estaba vigente la bonificación mínima de 20 céntimos por litro de combustible para todos los ciudadanos aprobada por el Gobierno dentro de su plan de respuesta al impacto de la guerra en Ucrania.
Igualmente, con esta, el diésel suma 27 semanas seguidas por debajo del precio de la gasolina. Se mantiene así en la situación habitual de antes de la invasión rusa de Ucrania, que provocó que el precio del gasoil fuese más caro que el de la gasolina de forma continuada desde agosto de 2022 y hasta mediados de febrero de este año, cuando se rompió esa dinámica.
En este contexto, este jueves el barril de Brent, de referencia en Europa, cotizaba a 83 dólares, mientras que el Texas americano se intercambia a unos 78,8 dólares.
El precio de los carburantes depende de múltiples factores, como su cotización específica (independiente de la del petróleo), la evolución del crudo, los impuestos, el coste de la materia prima y de la logística y los márgenes brutos. Además, la evolución en la cotización del crudo no se traslada directamente a los precios de los carburantes, sino que lo hace con un decalaje temporal.