Otro día negro para el grupo industrial fotovoltaico EiDF. Su segundo día en bolsa tras el levantamiento de la suspensión de cotización por parte de la CNMV solo ha hecho echar más leña a la débil situación en la que se encuentra.
Las acciones volvieron a caer un 56,33% después de que el primer día lo hicieran en un 69,99%. Si en abril, cuando dejó de cotizar temporalmente, cerraba a 29 euros la acción, este martes lo ha hecho a 3,9 euros.
En la mañana de este martes, las acciones de EiDF, que cotizan en el BME Growth, abrían al alza, aunque poco después volvían a retomar la senda de caídas.
El lunes perdía 1.200 millones de capitalización bursátil hasta los 471 millones y el martes perdía algo más de la mitad, hasta los 225 millones. Es decir, ahora vale un 13% de lo que valía hace cuatro meses.
En el aire están los 200 empleados que EiDF dice tener en todo el mundo. Su es muy compleja y es difícil predecir su futuro. La empresa se enfrenta a una serie de retos importantes, que deberán resolver si quiere sobrevivir.
"La única solución que veo rápida es que compre los activos alguna petrolera, pero no al precio que el consejero delegado de la compañía, Fernando Romero, quiera", explican fuentes del sector fotovoltaico a EL ESPAÑOL-Invertia.
"Si no consigue encontrar una solución a tiempo, acabará en una quiebra y liquidación de la empresa o qué alguien la compre a precio de derribo", puntualizan consultores especializados a preguntas de este diario.