La industria gasintensiva dice que pierde competitividad por los precios de la energía y hay riesgo de deslocalización

La presidenta de GasIndustrial, Verónica Rivière, ha alertado ante la caída del consumo de gas de la industria, que se viene manteniendo en niveles un 20% por debajo de las cifras habituales sin que se vislumbre un cambio de tendencia. Y también del riesgo de deslocalización de la producción por la pérdida de competitividad.

En el Foro Industrial del Gas, organizado por la patronal del sector, Rivière hizo así un llamamiento a implementar "con urgencia" nuevas medidas en línea con las del resto de economías europeas, destacando que "de lo contrario las industrias no recuperarán la competitividad perdida".

"Es imposible mantener la competitividad cuando las medidas aplicadas en España suponen importes muy inferiores a los de nuestra competencia y llegan un año más tarde", dijo.

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En concreto, desde febrero la industria gasintensiva consume un 20% menos que en un año estándar, con lo que, tras el desplome de 2022, los niveles de consumo industrial siguen anclados en cifras muy lejos de las habituales en prepandemia, según los datos del sector.

Así, la presidenta de GasIndustrial consideró que esto coloca a la industria gasintensiva española en "clara desventaja competitiva" con sus homólogos europeos y advirtió de que existen ya "situaciones claras" de deslocalización de la producción.

"Enfriamiento real"

Rivière subrayó que, en su opinión, existe "un enfriamiento real" de la economía y "lo más preocupante en este difícil panorama es que España se queda a la cola de los impulsos a las industrias nacionales". Y todo ello, "mientras en el resto de Europa los industriales reciben más ayudas, de mayor importe y con mucha más celeridad", aseguró.

Por ello, afirmó que la industria "no puede seguir los tiempos de la política, es economía real" y aseguró que España necesita que su industria "pueda seguir produciendo y exportando, como motor económico del país, de generación de riqueza, empleo estable, innovación e inversión".

El sector de los grandes consumidores gasistas valoró positivamente la permeabilidad de los actores institucionales -Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la CNMC o Mibgas, entre otros- ante los problemas de los gasintensivos, que representan más del 60% del consumo nacional, aunque consideró que la brecha en las ayudas europeas distorsiona el mercado.

Así, Rivière insistió en solicitar apoyos similares a las que otros gobiernos europeos ya han implementado, como la creación del Estatuto del Consumidor Gasintensivo, la necesidad de subsanar la incorrecta clasificación realizada por CNAES para la adjudicación de ayudas y la ampliación de ayudas directas ya publicadas en el marco temporal de apoyo a las industrias. Una medida que ya ha hecho Francia, Alemania, Italia o Portugal.

"No queremos ser un sector subvencionado, simplemente solicitamos el mismo tipo de medidas que se han implementado en Europa distorsionando el mercado para nuestras industrias", añadió al respecto.

De esta manera, hizo un llamamiento al futuro Gobierno de España para que tenga en cuenta "lo mucho que la industria da al país y ponga las bases para revertir la pérdida de competitividad a la que se ha visto abocada y que la ha colocado en el furgón de cola de Europa".