La cercanía del cierre nuclear y la falta de inversión verde amenazan el suministro eléctrico en Cataluña
Desde 2015 únicamente se han puesto en operación 38 MW de energía fotovoltaica y 107 MW de eólica.
15 enero, 2024 01:25Cataluña corre el riesgo de depender del suministro eléctrico del resto de España. El lento desarrollo de proyectos renovables y la falta de interés inversor amenazan el futuro de la región a medida que se aproxima el cierre de sus centrales nucleares.
Los datos de Red Eléctrica revelan que desde 2015 únicamente se han puesto en operación 38 megavatios (MW) de energía fotovoltaica y 107 MW de eólica, alcanzando una potencia instalada total en la región de 305 y 1.376 MW, respectivamente. En 2023 sólo se conectaron 6 MW solares y 7 MW eólicos, frente a los 440 MW y 757 MW que deberían implantarse anualmente hasta 2030 de cada tecnología, en línea con las estimaciones de la Prospectiva Energética de Catalunya (Proencat).
Desde el sector se observa un "preocupante enfriamiento en el interés de los promotores por realizar proyectos en Cataluña, tanto por la incertidumbre económica y financiera como por la percepción de la administración catalana como poco eficiente y resolutiva", alertaba en su último informe el Observatorio de las Energías Renovables de Cataluña (OBERCat), impulsado por los principales agentes del sector renovable catalán.
Según OBERCat, el grosor de la transición energética está fuera del alcance del Gobierno de la Generalitat. La nueva capacidad de generación renovable que ha solicitado autorización para evacuar a subestaciones eléctricas ubicadas en Cataluña es de 9.005,56 MW. De esta potencia, sólo el 14% se tramita a través del Gobierno, mientras que el 86% se tramita a través del ministerio a Madrid: un 80,1% son proyectos en Aragón y el 5,9% de los proyectos prevén infraestructuras de generación en Cataluña.
"Si no se cambia la situación, el 94% de los objetivos de energía renovable que tiene Cataluña para el 2030 sólo se podrán cubrir con importaciones de fuera de la CCAA", alerta el Observatorio formado por APPA Renovables, la Asociación de Productores y Usuarios de Energía Eléctrica (APUEE), el Clúster Solar Solartys, FEGiCAT) y UNEFCAT, entre otros.
Cierre nuclear
En este sentido, los promotores renovables han pedido incrementar el número de personas destinadas a resolver los expedientes, simplificar la burocracia o impulsar la colaboración público-privada, potenciando la declaración autorresponsable en buena parte de los proyectos o incorporando en la tramitación de intalaciones el apoyo de entidades y organizaciones de perfil técnico.
El atasco renovable se topa con la cada vez mayor presión que supone el calendario de cierre nuclear. Las centrales Ascó I, Ascó II y Vandellós II, localizadas en la provincia de Tarragona, produjeron en 2023 el 59% de la electricidad de Cataluña. Según el calendario actual, la primera de ellas dejará de operar en 2030; la segunda, en 2030; y la tercera, en 2032.
Sin embargo, el 'punto de no retorno' para el cierre nuclear será mucho antes. Y es que el tiempo de planificación para el desmantelamiento de estas plantas es de unos cuatro años, debido a la necesidad de gestión anticipada de combustible, la contratación de personal y la disponibilidad de empresas contratistas.
Las nucleares deben planificar con tiempo los periodos de recarga de próximos ciclos, que tienen como objetivo sustituir parte del combustible gastado del reactor. En el caso de las centrales catalanas, las paradas se realizan cada 18 meses. Asimismo, la instrucción del nuevo personal contratado puede durar incluso años y la disponibilidad de las empresas contratistas es clave. Hacer acopio de personal, repuestos y equipos cualificados requiere tiempo y planificación.