Si en plena crisis energética provocada por la invasión rusa en Ucrania se disparó el precio del CO2 en el Comercio Europeo de Derechos de Emisión (ETS EU) hasta rozar los 100 euros la tonelada, ahora sólo en los primeros 20 días del año, se desploma hasta mínimos desde septiembre de 2022, 60 euros/Tn.
"La herramienta de la Unión Europea para luchar contra el cambio climático, esto es, incentivando la descarbonización de los sectores más emisores, está fracasando, precisamente, por los efectos del cambio climático", ha dicho a EL ESPAÑOL-Invertia Antonio Delgado, consejero delegado de la consultora energética Aleasoft.
Las previsiones meteorológicas señalan temperaturas superiores a la media en el noroeste de Europa durante las próximas dos semanas, acompañadas de fuertes ráfagas de viento. Estas previsiones eliminan la necesidad de una demanda adicional de calefacción y, por tanto, el aumento de la quema de combustibles fósiles para su generación.
"El mercado continúa con su descenso en la sesión del lunes con el contrato de referencia, el EUA Diciembre-2024, estableciendo un nuevo mínimo", explican los expertos de la consultora especializada en mercados de carbono Vertis.
Y lo peor está por venir. Otros analistas han reducido las previsiones de precios para los permisos de carbono de la Unión Europea para el período 2024 a 2026, ante la débil demanda eléctrica y la lenta demanda industrial que pesarán sobre el mercado.
Se prevé que los derechos de emisión de la UE, de media, se sitúen en 74,11 euros por tonelada en 2024 y 83,31 euros en 2025, según una encuesta de Reuters a nueve analistas.
Esto supone un descenso del 11,3% y del 6,3%, respectivamente, con respecto a las previsiones realizadas en octubre.
Menos recaudación
A medida que los precios del CO2 aumentaron en los últimos años, también lo han hecho los ingresos de cada país europeo de estas subastas. De los 5.000 millones de euros recaudados en todo el territorio comunitario en 2017 pasaron a 30.000 millones de euros en 2022.
La caída de los precios del carbono no beneficia a las arcas estatales. Los ingresos de las subastas son utilizados por los Estados miembros en fines relacionados con el clima, las energías renovables y la eficiencia energética. Entre 2013 y 2022, se destinó el 76% de los ingresos totales a ello.
Con la subida del precio del gas en Europa, que llegó a rozar los 300 euros/MWh en agosto de 2022, el miedo a la falta de suministro en el invierno pasado y la inestabilidad de los mercados, el precio de la electricidad se disparó y con ello también el del CO2. Incluso se llegó a señalar a los especuladores la 'hinchazón' de este mercado, el menos líquido de todos los energéticos.
Tanto es así que los ingresos de Alemania por la fijación del precio del carbono aumentaron a un récord de 18.400 millones de euros en 2023, un aumento de alrededor del 40%, según la agencia ambiental del país (UBA). Los ingresos del EU ETS crecieron un 12%, hasta los 7.700 millones de euros.
Caída industrial de Alemania
El ETS de la UE obliga a los fabricantes, las compañías eléctricas y las aerolíneas a pagar por cada tonelada de dióxido de carbono que emiten entregando derechos de emisión de carbono como parte de los esfuerzos de Europa para cumplir sus objetivos climáticos.
"Es probable que el crecimiento económico siga siendo lento en el corto plazo en toda Europa, lo que probablemente conducirá a una mayor destrucción de la demanda de muchos de los sectores industriales bajo el EU ETS", dijo Paula VanLaningham, directora de investigación de carbono en LSEG.
La producción industrial en Alemania, la mayor economía de Europa, cayó en noviembre por sexto mes consecutivo, dijo la oficina federal de estadísticas a principios de enero.
Las previsiones para el primer trimestre de este año se redujeron un 12,9% hasta 72,61 euros/tonelada desde 83,35 euros/tonelada.
"No vemos mucho aumento de precios este año. Los fundamentos no serán favorables y es probable que los inversores vuelvan a mantener posiciones cortas netas, manteniendo la presión a la baja sobre los precios", apuntó el analista de Energy Aspects, Ben Lee.