La Ley Industrial 'Net Zero' abre la puerta al dominio de los fabricantes chinos sobre el 80% de la eólica europea
La UE compite contra un 'coctel' muy atractivo de China: sus turbinas son más baratas y tienen condiciones de financiación más favorables.
6 febrero, 2024 01:55Bruselas está a punto de aprobar la Ley de Industria Net Zero. Aunque su objetivo es impulsar la producción europea, como respuesta a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de Estados Unidos, el detalle de la norma abre la puerta al control de los fabricantes chinos sobre el 80% de la eólica del Viejo Continente.
La patronal europea WindEurope advierte que la Ley Net Zero sugiere que los nuevos criterios de precalificación para subastas y concursos solo deberían aplicarse al 20% de los proyectos. El detalle de la norma "envía la señal de que sólo queremos altos estándares europeos para el 20% de los proyectos; el otro 80% puede destinarse a fabricantes no europeos", alertan el sector eólico.
La Ley de la Industria Net Zero contradice el plan de rescate para la industria eólica europea (Plan de Acción), presentado el pasado mes de octubre por la Comisión de Ursula von der Leyen, que abogaba por la aplicación de los criterios de precalificación a todos los proyectos.
[Bruselas presenta un plan de rescate para la industria eólica ante la presión de China]
Los fabricantes chinos y europeos no compiten en igualdad de condiciones. China presenta una oferta mucho más atractiva para la adquisición de sus aerogeneradores: son más baratos y cuentan con condiciones de financiación más favorables.
Por este motivo, entre sus medidas, el Plan de Acción recoge la intensificación de los criterios de precalificación. Su objetivo es elevar el estándar en cuanto al tipo de turbinas eólicas que pueden ser construidas en Europa. Además, establece compromisos en áreas clave como la ciberseguridad, la residencia de datos y las prácticas empresariales responsables.
Para WindEurope la solución para proteger la cadena de suministro europea es simple. El Plan Net Zero debe incorporar un enfoque tecnológico específico para los criterios de precalificación.
"De lo contrario, simplemente perderemos los preciados activos que tenemos hoy, nuestra cadena de suministro eólica, y no lograremos fomentar el crecimiento de otras nuevas industrias de tecnologías limpias que Europa quiere", asegura la patronal.
Crisis sectorial
La búsqueda de una mayor protección de los fabricantes de Europa se ha intensificado con el aumento de los costes de las materias primas. Esto ha resultado en el fracaso de las subastas marinas. Un ejemplo claro es el de las últimas adjudicaciones en Reino Unido: de los 3.700 megavatios (MW) asignados, ninguno fue destinado a proyectos eólicos marinos. Y es que los bajos precios establecidos por el Gobierno, en un contexto de inflación, hacían que la inversión en los proyectos fuera inviable para los promotores.
Precisamente este aumento de costes, sumado a los problemas persistentes en la cadena de suministro y la creciente competencia china, desencadenaron una oleada de despidos, abandonos de proyectos y cierres de fábricas.
Un claro ejemplo de la situación que enfrentaron los fabricantes de aerogeneradores europeos es el de Siemens Gamesa. La compañía se vio obligada a realizar seis revisiones de sus previsiones a la baja (profit warnings), lo que le llevó en 2022 a acometer un plan para estabilizar la compañía (Mistral) y a acordar un rescate con el Gobierno alemán.
Si bien es cierto que Gamesa también enfrenta una crisis interna por los problemas hallados en sus aerogeneradores más recientes, entre las medidas tomadas para paliar los efectos de la tormenta sectorial destacó el despido de 2.900 empleados o la paralización de proyectos en Europa y EEUU.
Por el lado de los promotores, empresas europeas como Iberdrola, Orsted, Shell, EDPR o Engie también se vieron obligadas a romper contratos de compraventa de energía a largo plazo (PPA) ligados con proyectos de eólica marina.
La eólica en 2023
El sector eólico europeo registró en 2023 un año récord con la construcción de 17.000 MW. Sin embargo, está muy por debajo de los 30.000 MW que necesita instalar cada año para cumplir los objetivos marcados de cara a 2030. Es decir, el año pasado se construyó un 43% menos de lo necesario.
Destacó el papel de Alemania, que conectó la mayor capacidad eólica, seguida de los Países Bajos y Suecia. Precisamente, los Países Bajos construyeron la mayor cantidad de energía eólica marina nueva, incluido el "Hollandse Kust Zuid" de 1.500 MW, por ahora el parque más grande del mundo.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que Europa construirá unos 23.000 GW al año de nueva energía eólica entre 2024 y 2028. Las acciones establecidas en el Plan de Acción para Energía Eólica deberían generar un aumento significativo en el desarrollo anual y fortalecer la cadena de suministro de energía, según WindEurope.